Hace mucho tiempo, antes del turismo, en la región de Los Cabos vivía una antigua cultura de ágiles corredores y caminantes incansables llamados los Pericúes. Fueron recolectores, pescadores y cazadores que vivían bajo palmeras, rodeados de aves en el estero de San José del Cabo. Es sabido que los Pericúes honraban a un ser superior al que llamaban Niparaja.

A principios de 1530, las primeras expediciones para explorar esta área fueron llevadas a cabo por Hernán Cortés. Por lo que esta pequeña ciudad posee historias audaces debido a que alguna vez fue usada como punto de resguardo de piratas.

Alrededor de 1730, la Misión de San José del Cabo “Anuití” junto con una “Plaza” fueron fundadas en la calle Zaragoza, las cuales aún permanecen hasta este día.

En 1984, el aeropuerto de San José del Cabo fue construido, lo que captó la atención de diferentes complejos turísticos interesados en abrir las puertas del progreso a este oasis.

Debido a la acogedora arquitectura de la plaza principal, el centro histórico de San José del Cabo se ha convertido en un Distrito del Arte, donde es posible encontrar obras de diferentes partes del mundo, pero principalmente, arte mexicano tradicional y creaciones locales, lo cual lo hace un excelente lugar para ir de compras y comer. San José del Cabo también cuenta con una pintoresca Marina de clase mundial frente al Mar de Cortés e impresionantes playas de arena dorada, con lugares famosos para practicar el surf y es hogar de una gran vida silvestre con aves marinas, ballenas grises y crías de tortugas que van al mar por primera vez.