Isla de Flores: pequeña, calida y majestuosa

La Isla de Flores, antiguamente llamada Tayasal, está situada a 506 kilómetros de la Ciudad de Guatemala y se encuentra ubicada en el Lago Petén itzá, la cual era desde el siglo IX d.C. una ciudad Itzá, unida a la costa por una calzada de medio kilómetro, y Santa Elena y San Benito que aunque se encuentran en tierra firme son consideradas parte del conjunto, ya que forman el grueso de la población. siendo la Cabecera del Departamento de Petén considerada como Ciudad.

El orígen del nombre de la Isla de Flores:

A esta isla actualmente se le llama Isla de Flores en honor a Cirilo Flores, uno de los primeros «independentistas» de Guatemala, siendo la Cabecera del Departamento de Petén considerada como Ciudad, y para los amantes del ecoturismo el punto de partida para diferentes encuentros naturales, además, la Isla de Flores y Santa Elena de la Cruz forman una ciudad, que junto al área central del Municipio de San Benito, forman parte de una de las áreas de Petén en la cual se concentran actividades económicas de comercio, el turismo y la industria, ya que es uno de los municipios más ricos en recursos naturales, culturales, turísticos y económicos de Petén.   Debido a su atractivo turístico, la actividad principal de sus habitantes es la producción y venta de servicios dirigidos a esa área.

La Isla de Flores relativamente pequeña que está conectada a tierra firme por un istmo de tierra artificial que hace de la ciudad una pequeña península y que sirve de medio de comunicación con Santa Elena y con San Benito;  es el punto de partida para una gran variedad de Destinos turísticos, entre ellos Tikal, Ixpanpajul, El Mirador, Las Cuevas de Actún Kan, etc., y que sirve como lugar de empleo para muchas personas lugareñas. No obstante, la isla reúne los comercios, restaurantes, hoteles del área, tiendas de artesanías, cafés internet, así como la plaza principal de la comunidad, formando un núcleo de singular belleza, siendo el centro urbano más grande de Petén.   Como atracción turística ha conservado gran parte de su personalidad original en calzadas de piedra y casas antiguas.

Para las personas o turistas que intentan escapar de las grandes aglomeraciones, esta ciudad no sería el paraíso recomendado, ya que tiene  una afluencia constante de visitantes. Sin embargo, las mejores horas para gozar un paseo por el pueblo son las del mediodía, durante las cuales las calles se mantienen silenciosas. Su avenida principal se forma a través de su costa insular, mientras que las que se atraviesan diametralmente llevan hasta el parque central, donde se ubica la blanca y bonita iglesia en el punto más elevado.

Una de las mejores formas de apreciar la belleza del conjunto es navegando por el lago. Se pueden alquilar diferentes medios de transporte, desde económicas lanchas hasta lujosas motos acuáticas. Para los amantes de la naturaleza, el vehículo que menos contamina el ambiente es el kayac. Las puestas de sol en el lago son espectaculares por el color que toma el cielo y es el momento del día en que parece detenerse el tiempo sobre la isla.

La Isla de Flores en Guatemala con sus simpáticas calles y callejones bajo los cuales se encuentran restos de la antigua Tayasal, su plaza central con algunas estelas Mayas, merecen ser visitados. Luego puede disfrutar de una tranquila caminata o tomarse un aperitivo apreciando el atardecer a la orilla del lago.