Kaminal Juyú es un lugar arqueológico prehispánico maya ubicado en las tierras altas de Guatemala, dentro del área de la actual capital de dicho país. Aunque de etimología desconocida, el arqueólogo José Antonio Villacorta Calderón le dio este nombre que significa (en idioma quiché: Kaminaljuyú, ‘Colina del muerto’).
Kaminaljuyú es uno de los sitios mayas más antiguos, y es la zona con más larga ocupación en Mesoamérica, poblada desde alrededor del 1200 a. C. hasta alrededor del 900 d. C. En este lugar se han hecho hallazgos de cerámica, escultura, arquitectura e ingeniería maya. Las investigaciones permiten afirmar que fue un importante productor y exportador de obsidiana durante la época de esplendor maya, debido a la explotación de varias canteras cercanas como El Chayal e Ixtepeque, por su ubicación estratégica en el centro del territorio guatemalteco, se cree que era un punto importante en la ruta comercial entre la costa del Pacífico, como Chocolá, en Suchitepéquez y Takalik Abaj, en Retalhuleu y las ciudades mayas de El Petén, por siglos.
El inicio de la ocupación humana de la zona conocida como Kaminaljuyú tuvo lugar en el período Preclásico medio, contemporáneo al desarrollo de la cultura olmeca. Su época de mayor florecimiento corresponde al siguiente periodo arqueológico. Para el siglo II, Kaminaljuyú comenzaba a declinar. La ciudad recibió una fuerte influencia de Teotihuacan (ca. 400), con la que mantuvo relaciones comerciales. Algunos autores plantean la posibilidad de que Kaminaljuyú haya sido dominada militarmente por los teotihuacanos. En ese sentido, el sitio habría jugado un papel importante en el control de las rutas comerciales del sureste, que permitían a Teotihuacan mantener la hegemonía en el comercio mesoamericano de la época.
En 1921, descepcionado por el gobierno que se hizo en Guatemala luego del derrocamiento de Manuel Estrada Cabrera en 1920, el escultor Rafael Yela Gúnther emigró a México, en donde tuvo su primer contacto con el Arte maya y el Arte azteca a través de Manuel Gamio, con quien colaboró en Teotihuacán, en donde Yela Gúnther trabajó en diversas tareas y se dedicó al gran proyecto del Auditorio, de producir los murales que decorarían el museo reordenado y de realizar la escultura del «Tríptico de la Raza»; En 1926, Gamio se vio obligado a salir de México por serias acusaciones de que estaba sobornando a sus superiores; salió hacia Nueva York y luego, gracias a contactos de Yela -a quien se había llevado como secretario privado-, se trasladó a la Ciudad de Guatemala para excavar las ruinas de Kaminal Juyú, en la que hicieron una serie de pozos estratigráficos que posteriormente sirvieron a Alfred Kidder para comenzar a excavar en forma sistemática al año siguiente.
El lugar arqueológico se encuentra en el valle de lo que hoy es la ciudad de Guatemala, y tiene alrededor de ciento diez plataformas. Solamente se conserva su acrópolis central, ya que una importante sección del sitio ha sido destruido por la urbanización. Una muestra de los hallazgos del sitio se encuentran en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala.