Situado a 3.152 metros de altura en los Cerros Orientales, Monserrate es el encargado de custodiar la ciudad. A él se puede llegar a pié, en teleférico o en funicular. Su Santuario del Señor Caído, de gran valor religioso, es visitado por miles de peregrinos católicos.
Desde este lugar mágico es posible apreciar una magnífica panorámica de Bogotá y disfrutar de la gastronomía típica e internacional en sus dos restaurantes. El Cerro de Monserrate ha sido lugar de peregrinación desde la época de la Colonia; la actual edificación del santuario, terminada en 1920, se levanta en el mismo lugar que ocupara, a comienzos del siglo XVII, una ermita y un monasterio de cartujos. El Santuario exhibe una talla del siglo XVI elaborada por Pedro de Lugo y Albarracín, a la que se le atribuyen poderes curativos, se trata del Señor Caído de Monserrate.
El nombre del Cerro de Monserrate
La ermita que dio origen a la peregrinación al Cerro de Monserrate fue reemplazada en 1925 por la actual iglesia de lenguaje neogótico, proyecto que realizó el arquitecto Arturo Jaramillo Concha, posteriormente ésta fue transformada a la actual iglesia de corte neocolonial. El nombre de Monserrate se debe a que la primera capilla estaba consagrada a Nuestra Señora de la Cruz de Monserrate.
Si bien el cerro de Monserrate ha perdido la mayor parte de fauna y flora nativa a causa de la deforestación, incendios forestales e introducción de especies exóticas, es posible aún encontrar ecosistemas de bosque andino, mamíferos pequeños y cerca de 58 especies de aves. Asimismo, sobresale como un escenario ideal para la práctica del deporte, debido al entorno natural y la calidad del aire.