Esta historia comenzó con el Plan de Desarrollo de Medellín 2008 – 2011, cuando se planteó la necesidad de crear una entidad que aportara desde la innovación a la competitividad de la región.
De la ciudad industrial, a la del conocimiento
“El reto era entonces transformarse en una economía del conocimiento, en donde los servicios fueran insumos para competir y se convirtieran en la materia prima del desarrollo de la región.”
Para desarrollar esta iniciativa, en el año 2009 se formó un equipo de trabajo con profesionales de diferentes disciplinas y actores del sector empresarial y académico, quienes se encargarían de determinar cómo generar valor para la ciudad. En el grupo participaron instituciones como la Alcaldía de Medellín, EPM, UNE, Proantioquia, la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, Eafit y la Universidad de Antioquia, entre otras.
Buscando referentes, casos de éxito y prácticas similares sobre innovación en el mundo, se visitaron ciudades como Boston, Barcelona, Singapur, Madrid, y se observó lo que sucedía en países como Chile, Argentina y Brasil, entre otros.
En este estudio se detectó la necesidad de contar con un proyecto que tuviera un alto componente científico y tecnológico, contribuyendo a la transformación de la ciudad a través del conocimiento.
De la ciudad industrial, a la del conocimiento
En el siglo XX, Medellín fue reconocida como la capital industrial de Colombia. Pero gracias a la globalización, la localización de puertos y el costo de la tierra, entre otros factores, la ciudad perdió posibilidades para competir frente a otras urbes del mundo.
El reto era entonces transformarse en una economía del conocimiento, en donde los servicios fueran insumos para competir y se convirtieran en la materia prima del desarrollo de la región.