Gustavo Dudamel cerró el ciclo de sinfonías de Beethoven

El concierto se llevó a cabo en la sede del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, con el anuncio de la próxima apertura, en febrero de 2018, del Centro Académico.

En la tarde de ayer la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, dirigida por el maestro Dudamel, concluyó el capítulo venezolano del ciclo Beethoven que ahora se dispone a presentar en varias ciudades de Europa.

En el montaje sinfónico-coral cantaron las voces solistas de la soprano Ámbar Arias, la mezzosoprano Marilyn Viloria, el tenor Jesús Herrera y el barítono Jonás Yajure, interpretando los textos de la Oda a la alegría del poeta  Friedrich von Schiller.

El potencial de la humanidad

El músico austríaco y biógrafo de Beethoven, Anton Schindler, describe muy bien la lucha del genio en la búsqueda para interpretar tribulaciones de la existencia: “Un día, al entrar en la habitación, Beethoven exclamó: ¡Lo tengo, lo tengo! Me mostró su cuaderno de notas con las palabras: ¡Cantemos la canción inmortal de Schiller!, después de lo cual un solo de voz comenzó directamente el himno a la alegría”.

Los integrantes de la agrupación orquestal, ingresaron a la sala Simón Bolívar del Centro de Acción Social por la Música a las 4:31 pm, junto a Eduardo Méndez, director ejecutivo de la institución: «…es un día especial. Son muchos los logros productivos en 42 años, esta infraestructura es parte de ese proceso».

A su discurso se unió el testimonio de Dudamel: «todo ese tiempo se dice fácil, nos sentimos hijos privilegiados de la expresión de amor más grande, estamos orgullosos como venezolanos e integrantes de una familia que crea armonía, que une y no se detiene. El maestro Abreu nos sembró una condición única de lucha».

En ese mismo marco  anunciaron la inauguración del Centro Académico (complemento de la actual sede) para febrero de 2018, con el apoyo económico del Estado venezolano y el Banco Interamericano de Desarrollo y la Comunidad Andina de Fomento (CAF). Tras la demostración de un video que expone el avance de la construcción, inició el murmullo convertido en fiesta operática y esperanzadora. «Estamos convencidos de que una cultura para los más humildes no puede ser una pobre cultura». Aún retumba la fuerza y el fuego de llama elevada por nuestro músicos.

Fuente:  http://www.eluniversal.com