La exposición presentará cerca de 20 réplicas de insectos y arácnidos gigantes – Habrá un mariposario con 16 especies
1. La araña tejedora. Abre la exposición de los ‘Megabichos’. Se alimenta de moscas y mosquitos, explicó Vladimir Gaibor.
1. La araña tejedora. Abre la exposición de los ‘Megabichos’. Se alimenta de moscas y mosquitos, explicó Vladimir Gaibor.
2. La abeja. Con piel de felpa negra, se presenta extrayendo el polen de las flores.
2. La abeja. Con piel de felpa negra, se presenta extrayendo el polen de las flores.
3. El Opilión arácnido. De cuerpo pequeño y patas largas, también forma parte de la muestra, en la que continúan instalando reflectores y otros elementos.
3. El Opilión arácnido. De cuerpo pequeño y patas largas, también forma parte de la muestra, en la que continúan instalando reflectores y otros elementos.
Una araña tejedora (de 2,5 metros de largo) que cuelga de una gran red (de 18 metros de diámetro) da la bienvenida al mundo de los ‘Megabichos’, instalado en la zona de los jardines del malecón Simón Bolívar. Desde la altura del hotel Ramada, hasta la Escuela de Reciclaje, están distribuidas las aproximadamente 20 réplicas de insectos y arácnidos, de 3 metros de largo en promedio, hechas con papel, cartón, espuma, felpa y otros materiales. La vinchuca, la luciérnaga (“que prácticamente desapareció de Guayaquil, pero en el campo sí se deja ver”), la abeja, el grillo y el tarantantán (que tampoco se ve ya en la ciudad) forman parte de esta muestra, explicó ayer a EXPRESO Vladimir Gaibor, vocero de la Fundación Malecón 2000. Los hermanos Bazurto Cruz, Carlos González y Édison Albán (de la calle 6 de Marzo) y Jorge Ayora (del Guasmo Sur) son los artesanos que confeccionaron estos bichos, cuidando hasta el más mínimo detalle. Han sido tan exhaustivos en su trabajo que la tarántula, con piel de felpa y tres de sus ocho ojos visibles, parece que cobra vida ante quien la observa detenidamente. ‘Megabichos’ es la exposición temporal que Malecón 2000 abrirá por las fiestas patronales de Guayaquil, desde este jueves hasta el 23 de agosto. Los horarios serán de lunes a viernes de 8:00 a 20:00, y sábado, domingo y el feriado del 10 de agosto de 10:00 a 20:00. Para esta muestra, los jardines del malecón del río Guayas se convirtieron en el jardín de una casa, que constituye un aula al aire libre para esta clase de Ciencias Naturales. Un vaso plástico de gran tamaño, usado y aplastado, donde adultos y niños pueden ingresar para tomarse fotos; al igual que un chupón de bebé, el reloj de muñeca y la dona gigante mordida, en la que el visitante puede introducir la cabeza, son algunos de los elementos que invitan al público a ser parte de la muestra. “Es una exhibición para la familia y para los visitantes locales y extranjeros… Queremos que las personas que vengan se den cuenta de que algunos son animales beneficiosos y otros perjudiciales. Por ejemplo, la araña se alimenta de moscas y mosquitos que nos quieren chupar la sangre; y la vinchuca desapareció, pero en algunas partes de Sudamérica transmite el mal de chagas”, agregó Gaibor a este Diario. “La idea es que ingresen a un mundo gigante en el que los humanos nos convertimos en pequeñitos”, enfatizó. El objetivo es conocer más de cerca a los insectos y arácnidos. Para ello, cada especie irá acompañada de un letrero informativo. También están instalados dos hormigueros, uno de hormigas negras y otro de las rojas. Y el escorpión, la pulga y el escarabajo pelotero. Mientras que al mosquito Aedes aegypti, que comparte la laguna con los patos reales, le faltan las antenas. Hasta antes del mediodía de ayer no llegaba aún la mariquita, pero todo quedará listo hoy en la noche. El visitante podrá tomarse un selfi con las cabezas de una mantis religiosa, una araña de felpa y una hormiga, colocadas expresamente para eso. Las réplicas de cartón y papel estarán acompañadas por 2.000 mariposas vivas y 1.000 pupas, de 16 especies (en total, para todo el tiempo que estará abierta la muestra), que llegarán desde Mindo. Serán expuestas en el mariposario, que se encuentra ubicado al final de la exposición, junto a la Escuela de Reciclaje de Malecón 2000.