Ruta del Queso y el Vino

Cerca de la ciudad de Querétaro en Tequisquiapan, queserías y viñedos se extienden a través del territorio semidesértico del estado, ofreciendo al visitante carreteras llenas de deliciosa diversión. El recorrido abarca no sólo lugares, sino costumbres, recetas, anhelos y emociones.

Las posibilidades son muchas, y las combinaciones que puedes hacer son variadas. Planea tu ruta de acuerdo a tus sabores preferidos, a la calma que desees darle a tus vacaciones, y los días que puedas dedicarle a este tour gastronómico

La sed se anticipa al gozo de beber, el hambre al placer de comer. El deseo es una promesa para el disfrute y la espera de la saciedad encumbra el deleite. Comer con hambre y dormir con sueño son, sin duda, la mejor manera de existir. Comer con furor y cerrar los ojos con desespero es como se debe vivir.

Pasea largamente por el estado de Querétaro y recorre las fincas y ranchos que conforman la Ruta del Queso y Vino, detente en alguno a comer. Llena tu olfato de detalles regionales, visita fábricas, observa flores, explora todas las posibilidades para saciar la curiosidad. Conduce por el vacío semidesértico que promete grandes paisajes, contempla el tiempo en los pueblos de la ruta, agota los colores de las vistas queretanas y vuela. Camina. Pide platillos pletóricos al final del día y bebe.

Pasa horas de deliciosa diversión y un recorrido que abarca no sólo lugares, sino costumbres, recetas, anhelos y emoción.

La Ruta del Queso y del Vino promete la saciedad y el vacío, el cansancio y la tregua, la avidez y el empacho. Sigue leyendo y encuéntralos todos.

 

Teatro de la República

El Teatro de la República,  inaugurado en 1852 con el nombre de “Teatro de Iturbide” fué el recinto donde se cantó por primera vez el himno nacional. Este es solo uno de los grandes acontecimientos que ahí han ocurrido.

Este teatro a fue proyectado por el Arquitecto Camilo San Germán pero fue el Ing. inglés Thomas Surplice quien se encargó de realizar la obra que fue inaugurada en 1852 con el nombre de Teatro Iturbide. El 16 de septiembre de 1854, el recinto fue escenario de un gran acontecimiento cívico: el estreno del Himno Nacional Mexicano. Fue en este mismo lugar donde en 1867, se reunió el consejo de guerra que sentenció a muerte al Archiduque Maximiliano de Habsburgo y a los Generales Imperialistas Miguel Miramón y Tomás Mejía.

Aquí se inició el 27 de Noviembre de 1916, el Congreso Constituyente con la finalidad de formular, discutir y aprobar la Constitución Politica de los Estados Unidos Mexicanos, misma que fue promulgada el 5 de Febrero de 1917, para entrar en vigor a partir de esa fecha hasta nuestros días.

En 1922, el Gobernador del Estado don José María Truchuelo, expidió un Decreto por el que se modificaba el nombre de Gran Teatro Iturbide por el de Teatro de la República. Ahora es el recinto donde se llevan a cabo eventos cívicos, culturales y artísticos de gran relevancia.

Como verás este teatro ha sido testigo de grandes eventos históricos y artísticos. Te invitamos a visitarlo.

Centro Histórico de Santiago de Querétaro

La Zona de Monumentos Históricos del Centro Histórico fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco por su excelsa arquitectura barroca y neoclásica, expresada en suntuosos inmuebles religiosos y civiles; un ejemplo excepcional de ciudad virreinal española. Las plazas y andadores son ideales para el café matutino y/o la copa nocturna.

Además de la suntuosa arquitectura de los inmuebles civiles y religiosos de los siglos XVII y XVIII, destaca la traza urbana original. El trazado de sus calles demuestra el sincretismo que operó durante 300 años: de la calle Corregidora hacia el templo de La Cruz, la traza urbana es orgánica y libre, sin retícula; de Corregidora hacia la avenida Tecnológico, el diseño es uniforme, ajedrezado, no perfecto, pero sí regular.

El Centro Histórico de Santiago de Querétaro guarda, entre sus tesoros, espléndidos edificios virreinales, andadores donde se respira tranquilidad y plazas y jardines donde se observa el ir y venir del Querétaro cotidiano.

Alguna vez la ciudad ameritó ser denominada ciudad barroca, pues está marcada particularmente por las grandes obras arquitectónicas barrocas 
de los siglos XVII y XVIII. El templo de Santa Clara, el de Santa Rosa de Viterbo y el convento de San Agustín, por ejemplo, sintetizan gran parte 
de la estética barroca: producen efectos dramáticos alternando líneas rectas y ondulantes, fabricando formas exuberantes, contrastando masividad 
y esbeltez, dando énfasis en la verticalidad y buscando continuamente 
el movimiento.

Además, Querétaro cuenta con una gran variedad de museos, algunos de ellos localizados en hermosos edificios de la época virreinal, que ofrecen un interesante panorama de la historia y de las manifestaciones culturales que ha expresado el país.