Negocios. Extranjeros que han llegado a estas playas de Nicaragua no solo se han quedado, sino que han invertido en propiedades y negocios.
El surfista costarricense Manuel Monge, sentado en una roca frente al infinito océano Pacífico, dice que San Juan del Surdebería llamarse San Juan del Surf. “Usted viene a este municipio y se da cuenta que es por excelencia el mejor destino para practicar este deporte acuático”, comenta, y muestra una calcomanía con la leyenda San Juan del Surf, que colocará en su vehículo.
Monge llegó a este pueblo porteño de Rivas motivado por un torneo de surf que se realizó en el mes de julio en playa Hermosa. Él es nuevo en este deporte y en los días previos al evento tomó clases de surf en una escuela dirigida por gente del municipio. “La sesión cuesta 30 dólares, barato, e incluye tabla”, señala el joven costarricense.
Ante el auge que ha tomado el surf en las costas de Rivas han emergido pequeños negocios, liderados por nacionales y extranjeros que se dedican a la venta o alquiler de las tablas para practicar este deporte, o impartir clases. San Juan del Sur está posicionado como el mejor destino, y en general las playas de Rivas han sido lo suficiente atractivas para captar la atención de más turistas
Datos del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) reflejan que entre 2013 y 2014 el porcentaje de turistas que ingresó al país y realizó surfing incrementó 28.1%. En 2013, de los 1.22 millones de turistas que llegaron a Nicaragua, el 25.2% practicó surf en las playas del Pacífico, y en 2014 esa participación aumentó a 32.5% de los 1.32 millones de visitantes que pernoctaron en territorio nacional.
EMPRENDEDORES
Esteban Fernández aprendió surf viendo a extranjeros que se contoneaban sobre las olas. Tiene 24 años y asegura que pertenece a la segunda generación de surfistas que ha emergido en San Juan del Sur. Desde hace un año se trasladó a playa Maderas, al norte del municipio, para ofrecer sus servicios. “Me ha ido bien, ahora vivo de este deporte”, cuenta al atardecer de un día cualquiera.
A su cargo tiene a dos niños de 5 y 3 años, y a su esposa. Cada quincena logra ingresos de hasta 450 dólares, y está creando un fondo para establecer un negocio más formal, lo que para él significa poder rentar un local, vender o alquilar tablas y contar con más surfistas que como él impartan clases.
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El polaco David Golochowsky llegó a San Juan del Sur hace ocho años y ya no quiso irse. Alquiló una casa de madera en el pueblo e instaló su tienda Surf Camp. Según el encargado de la tienda, Wesley Bermúdez, David ha hecho su colección de tablas comprándolas a extranjeros que prefieren regresar a sus países sin esos bultos enormes.
En Surf Camp también importan tablas de Estados Unidos para ofrecerlas a turistas que llegan a estas playas. Esta tienda ha incursionado en la venta de chinelas, camisetas y shorts. “Nosotros ofrecemos el paquete completo, te equipamos totalmente”, comenta Bermúdez, el joven que en sus ratos libres se dedica a dar clases de este deporte acuático por precios que oscilan entre 10 y 40 dólares.
INVIERTEN
El auge turístico de las playas sureñas de Nicaragua ha atraído la atención de surfistas con alto poder adquisitivo que deciden, incluso, comprar propiedades o casas cerca del mar. Los diferentes torneos de surf, comentan los lugareños, han valido para que el país se posicione como uno de los mejores destinos donde se practica este deporte.
“Está viniendo gente dispuesta a invertir. Un treinta por ciento de quienes tienen casas en los primeros desarrollos en la zona de Rivas son surfistas, y esa actividad creemos que incrementa la estadía y el gasto”, explica Lucy Valenti, presidenta de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), quien destaca que esta actividad ha posicionado a Nicaragua en el mapa mundial.
El informe Estadísticas de Turismo 2014 del Intur refleja que 429,481 turistas practicaron surfing ese año en este país. El 46.6% de los visitantes norteamericanos se dedicaron a este deporte, y en el caso de los suramericanos, fue el 42.6%. En 2015 la cifra pudo haber aumentado debido a que Nicaragua recibió a más de 1.4 millones de turistas, según cifras oficiales.
“Nicaragua tiene un extraordinario potencial para enfocarse en el surf y no solo eso, sino que eso atrae a la inversión de nuevos negocios, desarrollos turísticos en las zonas y expansión de residenciales que van desde Chinandega hasta San Juan del Sur, en Rivas”, indicó Lucy Valenti, quien este año organizó otro torneo de surf en San Juan del Sur.
El municipio de Tola tiene la fama de poseer algunas de las mejores playas del mundo para realizar surf. Playa Gigante, junto a un pequeño poblado que hasta hace pocos años sobrevivía de la pesca, depende ahora del turismo y en particular del atractivo de sus olas para surfear.
Un bar-restaurante que se ubica al sur de Playa Gigante es la estación de la mayoría de surfistas.
Banderas de decenas de países adornan un viejo ranchón de paja. Jan Taylor, un norteamericano de 22 años, valora esta zona como un destino paradisíaco. Llevaba dos días en el establecimiento que emplea a 10 lugareños y planeaba para la semana siguiente enrumbar hacia Popoyo, una de las cinco mejores playas del mundo para practicar el surf, según la han calificado expertos en este tema.