Bosque de Chapultepec

BOSQUE Y CASTILLO DE CHAPULTEPEC

Una cadena de recintos culturales conectan Chapultepec, el gran pulmón de la Ciudad de México, con el resto de la ciudad comenzando por Polanco, su barrio más cosmopolita. 

En Polanco las calles honran a personajes ilustres de las ciencias y las artes entre casonas de estilo colonial californiano y modernos edificios; tiendas de decoración, galerías de arte, embajadas, marcas de lujo, parques y museos, y una gran escena de restaurantes y cafés. A un costado del barrio se localizan las grandes torres de la zona hotelera y, en el otro extremo, una zona comercial exclusiva con los museos más vanguardistas, como el Museo Soumaya y el Museo Jumex.

BOSQUE DE CHAPULTEPEC

Tómate una mañana o una tarde para pasear por el inmenso Bosque de Chapultepec. Los defeños aman Chapultepec. En el mismísimo corazón de la ciudad, aquí confluyen algunos de sus barrios más tradicionales. Es el lugar para pasear con la familia, el escenario de enamoramientos, el parque perfecto para ir a correr, ir en bicicleta o pasear a los perros. Chapultepec es una de las grandes referencias de la vida capitalina.

Con sus 686 hectáreas, Chapultepec es el pulmón de la ciudad. Un bosque plantado en la época prehispánica en el cerro del chapulín, que los mexicas consideraban sagrado. Aún quedan ahuehuetes centenarios, como el de Moctezuma. Súmate al ambiente y camina por sus kilómetros de senderos, acércate a la Casa del Lago y pasea en lancha, compra botanas en cualquier puesto, ríete con los artistas callejeros, visita el Castillo, el Zoológico, el jardín botánico o los museos de alrededor, o simplemente siéntate al sol en una banca y disfruta de un buen libro, observa pasar a la gente o tómate un momento de tranquilidad lejos del ajetreo de la gran urbe.

CASTILLO DE CHAPULTEPEC

Magníficas vistas sobre el Bosque y la ciudad, un lugar cargado de historia. Lo alto del cerro del chapulín ha sido desde tiempos prehispánicos lugar de recreo de los mandatarios. Hasta 1939 fue residencia oficial, y hoy alberga el Museo Nacional de Historia.

Residencia de virreyes, con torreones y almenas, que pasó a ser Colegio Militar. En 1847 el Castillo de Chapultepec fue bombardeado por las tropas estadounidenses. En esa batalla murieron muchos de los jóvenes cadetes, que pasaron a la historia como los Niños Héroes.

Un paseo por sus pasillos, terrazas y estancias te transporta a la época de Maximiliano y Carlota, que remodelaron la antigua fortaleza para darle el aire de los grandes palacios europeos, y quienes encargaron a los mejores fabricantes de Europa los muebles, vajillas y decoraciones que ves en cada una de las habitaciones.

Quédate un rato en las bellísimas terrazas y disfruta de unas vistas panorámicas que justifican por sí mismas la predilección de reyes, virreyes y presidentes por este enclave.