Fray Marcos Dardón llegó la América Central con los conquistadores españoles y participó activamente en la futura provincia de la Merced de Guatemala, creada poco después de su muerte. El obispo de la diócesis, Francisco Marroquín, lo trajo consigo a Guatemala, hacia 1537. Los mercedarios se asentaron en el Valle de Almolonga y cinco años después, tras el deslave del Volcán de Agua se trasladaron al Valle de Panchoy. Por ese entonces, fray Marcos se hallaba en la provincia de Chiapas, desempeñando el cargo de protector de indios. Y algún tiempo después,4 , en 1546, pasó a Guatemala, donde desempeñó sucesivamente los cargos de comendador del convento de la ciudad y de vicario provincial.
El obispo Francisco Marroquín afirmó que los mercedarios fueron los primeros que se radicaron y perseveraron en la ciudad de Guatemala.5 . Pero su campo de apostolado lo extendieron fuera de la propia ciudad, por las tierras que en el siglo xxi integran los departamentos guatemaltecos de Quetzaltenango, San Marcos y Huehuetenango, donde tuvieron un gran número de doctrinas, que multiplicaron aún más durante los últimos años del siglo xvi o principios del xviii.6
Hacia 1550, a petición del licenciado López Cerrato, presidente de la Audiencia, fray Marcos promovió la fundación de las casas de Gracia de Dios, Tencoa y Valladolid de Comayagua; las tres en la región hondureña, para que sus religiosos se encargasen de la doctrina de los naturales.7 Los dos primeros fueron fundados por fray Nicolás del Valle, quien en 1565, presenta un memorial al Consejo de Indias, solicitando ayuda para los tres conventos, donde los mercedarios, “que predican el santo evangelio”, no han gozado de la protección real.8
Contando con éste y otros núcleos de conventos, en 1561 se fundó la provincia de Nuestra Señora de la Merced de Guatemala, que comprendía, además de Guatemala y Honduras, las regiones de San Salvador, Nicaragua, Costa Rica y, por algunos años, hasta que se erigió en provincia independiente, también la región de México 9 10
En 1565 se creó la provincia mercedaria de la Presentación de Guatemala. Durante la primera parte del siglo xvii tenían a su cargo la evangelización de algunos pueblos alrededor de la ciudad de Santiago, que con el paso del tiempo pasaron a formar parte de la ciudad. Los mercedarios eran propietarios del ingenio «La Vega» y el trapiche «Nuestra Señora del Buen Suceso de Pechar»;11 también construyeron el colegio «San Gerónimo», pero éste les fue decomisado en 1763 por no tener licencia real y fue utilizado como la Real Aduana.11
En 1761 llegó a la Santiago de los Caballeros de Guatemala el nuevo capitán general, Alonso Fernández de Heredia, quien era mariscal de campo de los reales ejércitos y ya había sido goberandor de Nicaragua, Comayagua, Florida y Yucatán; el nuevo gobernante donó cuatro mil pesos para la construcción de la Iglesia de la Merced.12 El templo fue dedicado en 1767, apenas seis años antes de los Terremotos de Santa Marta, a los que resistió gracias a las nuevas técnicas de construcción utilizadas. En la fachada de la iglesia, en su parte superior está una escultura de San Pedro Nolasco, fundador de la Orden Mercedaria. Abajo de éste aparece Nuestra Señora de las Mercedes y el escudo mercedario. Las esculturas en estuco y ladrillo de los santos mercedarios San Ramón Nonato y San Pedro Armengol se encuentran al lado izquierdo de la fachada. San Pedro Pascual y Santa María de Cervelló, primera monja mercedaria se encuentran al lado derecho.1