Templo San Francisco

Entre las asociaciones religiosas fundadas en la ciudad de Santiago de los Caballeros, la más destacada fue la Tercera Orden de Penitencia de San Francisco, cuya aprobación se hizo el 30 de noviembre de 1613.

La construcción de la fachada del Templo seguramente se inició a finales del Siglo XVII y concluyó en 1714.

Luego de la muerte del Hermano Pedro, el señor Obispo decidió que el cuerpo se velara en la Iglesia del Oratorio de la Escuela de Cristo, la noche del 25 de abril de 1667, antes del solemne funeral y entierro en la bóveda de sepultura común de los religiosos de la Tercera Orden Franciscana, en el Templo de San Francisco El Grande.

Con motivo de los trabajos de reconstrucción y reparación del mismo Templo, los restos mortales del Hermano Pedro se trasladaron a diferentes capillas en los años 1686, 1692 y 1817.

El Templo y el Convento sufrieron daños considerables por el terremoto ocurrido en 1773.

La fachada del Templo está flanqueada de dos torres más bajas que la cúspide. La torre del norte es de las campanas, y la del sur era del reloj, pero fue derribada por el terremoto de 1773. En la actualidad, el Templo se encuentra parcialmente reconstruido y es el lugar que más visitan los fieles devotos. El Convento se encuentra en ruinas.

La reconstrucción del Templo de San Francisco El Grande se realizó de 1932 a 1970. Durante ese tiempo, la imagen de Jesús Nazareno del Perdón permaneció en la Capilla de la Tercera Orden en el Templo Nuestra Señora de los Remedios.

Parroquia Nuestra Señora de la Asunción

El Municipio de Jocotenango, Sacatepéquez, fue fundado en un pequeño asentamiento rural otorgado al conquistador español Don Pedro de Alvarado y Contreras, en la época colonial.

Jocotenango se encuentra ubicado al norte de La Antigua Guatemala, y al mismo se llega en pocos minutos.

El locativo del nombre de este municipio significa “lugar donde abundan los jocotes”, ya que se trata de una tierra fértil donde se cultivaba esa fruta.

Esa población se fundó con el traslado de indígenas que sobrevivieron a la inundación que, entre el 10 y 11 de septiembre de 1541, destruyó la ciudad de Santiago de los Caballeros asentada en el Valle de Almolonga. En aquella época, a dicha población también llegaron familias provenientes de otros pueblos que los conquistadores españoles tenían en «encomienda» y que, al declararse libres, les otorgaron en donación las tierras que habitaban en esa localidad.

En la plaza mayor, frente al templo, puede observarse una cruz, tallada en piedra, que presenta la inscripción “JHS-AM-1571”, que es el año en el que, posiblemente, inició el servicio religioso su antigua ermita, de pequeñas dimensiones, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, la primera construida en el valle en el que se encuentra la población, y cuyas ruinas aún pueden observarse.

La Merced

Fray Marcos Dardón llegó la América Central con los conquistadores españoles y participó activamente en la futura provincia de la Merced de Guatemala, creada poco después de su muerte. El obispo de la diócesis, Francisco Marroquín, lo trajo consigo a Guatemala, hacia 1537. Los mercedarios se asentaron en el Valle de Almolonga y cinco años después, tras el deslave del Volcán de Agua se trasladaron al Valle de Panchoy. Por ese entonces, fray Marcos se hallaba en la provincia de Chiapas, desempeñando el cargo de protector de indios. Y algún tiempo después,4 , en 1546, pasó a Guatemala, donde desempeñó sucesivamente los cargos de comendador del convento de la ciudad y de vicario provincial.

El obispo Francisco Marroquín afirmó que los mercedarios fueron los primeros que se radicaron y perseveraron en la ciudad de Guatemala.5 . Pero su campo de apostolado lo extendieron fuera de la propia ciudad, por las tierras que en el siglo xxi integran los departamentos guatemaltecos de Quetzaltenango, San Marcos y Huehuetenango, donde tuvieron un gran número de doctrinas, que multiplicaron aún más durante los últimos años del siglo xvi o principios del xviii.6

Hacia 1550, a petición del licenciado López Cerrato, presidente de la Audiencia, fray Marcos promovió la fundación de las casas de Gracia de Dios, Tencoa y Valladolid de Comayagua; las tres en la región hondureña, para que sus religiosos se encargasen de la doctrina de los naturales.7 Los dos primeros fueron fundados por fray Nicolás del Valle, quien en 1565, presenta un memorial al Consejo de Indias, solicitando ayuda para los tres conventos, donde los mercedarios, “que predican el santo evangelio”, no han gozado de la protección real.8

Contando con éste y otros núcleos de conventos, en 1561 se fundó la provincia de Nuestra Señora de la Merced de Guatemala, que comprendía, además de Guatemala y Honduras, las regiones de San Salvador, Nicaragua, Costa Rica y, por algunos años, hasta que se erigió en provincia independiente, también la región de México 9 10

En 1565 se creó la provincia mercedaria de la Presentación de Guatemala. Durante la primera parte del siglo xvii tenían a su cargo la evangelización de algunos pueblos alrededor de la ciudad de Santiago, que con el paso del tiempo pasaron a formar parte de la ciudad. Los mercedarios eran propietarios del ingenio «La Vega» y el trapiche «Nuestra Señora del Buen Suceso de Pechar»;11 también construyeron el colegio «San Gerónimo», pero éste les fue decomisado en 1763 por no tener licencia real y fue utilizado como la Real Aduana.11

En 1761 llegó a la Santiago de los Caballeros de Guatemala el nuevo capitán general, Alonso Fernández de Heredia, quien era mariscal de campo de los reales ejércitos y ya había sido goberandor de Nicaragua, Comayagua, Florida y Yucatán; el nuevo gobernante donó cuatro mil pesos para la construcción de la Iglesia de la Merced.12 El templo fue dedicado en 1767, apenas seis años antes de los Terremotos de Santa Marta, a los que resistió gracias a las nuevas técnicas de construcción utilizadas. En la fachada de la iglesia, en su parte superior está una escultura de San Pedro Nolasco, fundador de la Orden Mercedaria. Abajo de éste aparece Nuestra Señora de las Mercedes y el escudo mercedario. Las esculturas en estuco y ladrillo de los santos mercedarios San Ramón Nonato y San Pedro Armengol se encuentran al lado izquierdo de la fachada. San Pedro Pascual y Santa María de Cervelló, primera monja mercedaria se encuentran al lado derecho.1