Obama elimina la política de “Pies secos, pies mojados”

LA HABANA, 12 ene. EE.UU. elimina la política de “pies secos pies mojados”, que hasta ahora amparaba, protegía y daba beneficios especiales a los cubanos que tocaban suelo norteamericano.

Había sido implementada en 1995, bajo el mandato de Bill Clinton, y apenas unos meses después del masivo éxodo de balseros, que comenzó en agosto de 1994.

La política conocida como “pies secos pies mojados”, permitía a los cubanos permanecer en EE.UU. si lograban alcanzar tierra firme sin ser interceptados.

Esta política permanecía como un memorando de la ley de Ajuste cubano y entre los beneficios se encontraba, además de la permanencia legal en el país, la posibilidad de obtener trabajo, así como beneficios económicos, sociales y médicos.

Sin embargo, a partir de ahora los cubanos deberán cumplir los mismos requisitos que cualquier otro inmigrante que llegue a Estados Unidos.

En los últimos meses ha sido creciente el número de autoridades y figuras públicas de varios países que se habían alzado a favor de la eliminación de esta política.

Entre ellos destacan los congresistas cubanoamericanos de Florida, pero también presidentes de varios países centroamericanos, que se vieron seriamente afectados por la oleada de cubanos que invadió, sucesivamente, países como Costa Rica, Panamá o Colombia a lo largo de 2016.

A finales de agosto, hasta nueve países latinoamericanos expresaron en una carta su preocupación por los efectos que estaba provocando la Ley de Ajuste Cubano sobre sus países. Entre los firmantes estuvieron Colombia, Panamá, México, Ecuador, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Perú.

Y es que las cifras de migración de cubanos a Estados Unidos experimentó una brutal subida en los dos últimos años, coinciendo con el inició del llamado “deshielo” de la relaciones Cuba-Estados Unidos.

 
Cifras que avalan el notable incremente de la migración cubana a EE.UU. en los dos últimos años (foto: univisión)

La política de pies secos, pies mojados significa que si son encontrados en el mar intentando alcanzar las costas de Estados Unidos no se les permite quedarse en el país (pies mojados). Por el contrario, si tocan suelo estadounidense se pueden quedar (pies secos).

Son pies secos no sólo los cubanos que llegan por mar, sino también los que se presentan en la frontera por México o Canadá.

También pueden calificar como pies secos los cubanos que llegan por avión a un aeropuerto de EE.UU. o a alguno de sus territorios, por ejemplo, Puerto Rico, y piden asilo nada más llegar.

Uno de los aspectos curiosos de esta noticia, de tanto impacto para la comunidad cubana, es que se produce apenas dos días después de discurso de despedida de Barack Obama de la Casa Blanca, y tan sólo un día después de la rueda de prensa que concedió ayer el presidente electo, Donald Trump.

Todo ello cuando además falta una semana para que Obama ceda el poder, el próximo 20 de enero, a Donald Trump, quien ha amenazado en reiteradas ocasiones en poner fin el restablecimiento diplomático iniciado por Obama, a no ser que el Gobierno cubano alcance “un acuerdo mejor”.

 El fin de esa política era un viejo reclamo del Gobierno de la Isla para avanzar en la política de normalización de las relaciones bilaterales.

Según destacada la Agencia EFE, en su valoración más reciente sobre este tema:

“La política es una enmienda a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que otorga autoridad al Secretario de Justicia de EE.UU. para permitir que los cubanos que han entrado en el país, tanto legal como ilegalmente, obtengan la residencia permanente un año después de su llegada.

Aunque solo el Congreso puede acabar con esa ley, se trata de una legislación que da mucha flexibilidad al secretario de Justicia para aplicarla, por lo que no está claro aún cómo pretende manejar la situación el Gobierno de Obama”.

Havana World Music quiere consolidarse en la escena musical cubana

Los organizadores del Festival Havana World Music (HMW) aspiran a consolidarlo como uno de los más populares de la escena alternativa cubana, mientras precisan las actividades de su próxima edición, del 23 al 26 de marzo.

Según la directora artística, la cantante Eme Alfonso, este año la cita será una gran fiesta con la música como protagonista, pero con muchas actividades paralelas para todos los públicos.

Más de un centenar de artistas cubanos y foráneos proyectan asistir al festival, que contará con dos sedes principales: el Centro Cultural Fábrica de Arte Cubano y el Parque Metropolitano de La Habana, ambos en el corazón cultural y de ocio de la capital, apunta el comité organizador.

Además de los conciertos y presentaciones, el encuentro abarcará talleres y conferencias para intercambiar sobre las actuales tendencias de la música en todo el mundo.

Como ya es habitual, no solo habrá espacio para bandas con una sólida trayectoria, sino que actuarán artistas y noveles agrupaciones.

Descubrir talentos y combinarlos en cartelera con otros ya conocidos resulta uno de los objetivos principales del HMW en cada una de sus ediciones, aseguró la cantante Eme Alfonso.

También habrá exposiciones, unido a los performances y sesiones de DJs, precisó.

En esta cuarta edición, al igual que en otras, se presentan bandas internacionales reconocidas por su autenticidad y originalidad, aunque los organizadores todavía no las anuncian y esperan sorprender al público.

A juicio de Eme Alfonso, lo más sorprendente de estos eventos ha sido la acogida del público: en definitiva el festival es para que la gente lo disfrute, dijo.

Hace unos años, ella participó en la realización del documental Para mestizar, apoyado por la Unesco y el Instituto Cubano de la Música y dirigido a mostrar la diversidad cultural de esta isla a través de sus agrupaciones musicales.

A partir de esa iniciativa, surgió un proyecto más ambicioso: el Festival Havana World Music, que pretende encerrar las más diversas sonoridades del orbe.

“Ahora los cubanos serán iguales al resto”

LA HABANA, 15 ene.

Jorge Dalmau llegó sin su familia a Estados Unidos en 1961. Tenía 13 años y era uno de los 14,000 niños provenientes de Cuba a causa de la Revolución.

El programa que lo acogió se llamaba Pedro Pan. Ahora tiene 69 años. Es periodista y fue coordinadorde programas educativos en el Centro Internacional de Prensa de la Facultad de Periodismo y Comunicaciones de la Universidad Internacional de la Florida.

El pasado jueves 12 de enero, el presidente Barack Obama anunció el fin de la política “pies secos/pies mojados”, que le permitía a los cubanos que tocaran territorio estadounidense quedarse sin necesidad de visa. Este anunció estremeció a miles de cubanos y puso fin a una política migratoria favorable para ellos. Dalmau expone sus puntos de vista sobre algunos aspectos de este hecho histórico, que para él es el fin de un capítulo de Estados Unidos con Cuba.

https://www.youtube.com/watch?v=qXgcUlllvRw&feature=youtu.be

¿Cuál es el impacto de la supresión de la política “pies secos/pies mojados” para los cubanos que viven en la isla?

El que está allá y quiere emigrar tendrá que ponerse en cola, igual que todo el mundo. Cuba siempre tuvo un tratamiento especial. Ahora los cubanos serán iguales al resto. El cubano que estaba pensando venir a Estados Unidos tenía escrito en la pared: “Si piensas hacerlo, hazlo rápido porque la puerta se va a cerrar”. Ahora lo que sucedió es que la puerta por fin se cerró. Sencillamente me imagino que ahora va a ser mucho más difícil venir a Estados Unidos.

Lea además: Donald Trump, la última esperanza de los cubanos que cruzan Panamá

¿Cuál es el origen de la política migratoria que se acaba de eliminar?

Esa política es una cosa vieja. Empezó casi con la revolución. Es un artefacto de la Guerra Fría. A los cubanos desde el principio de la revolución, en el año 1960, los admitían sin visa aquí en Estados Unidos.

Eso fue dando tumbos a través de la historia. Y como sabemos, vino a quedar en la política de “pies secos/pies mojados”.

Lo que empezó a suceder a raíz de 1995 fue que si los guardacostas te interceptaban en el mar como balsero, o sea, si todavía no tenías los “pies secos”, te montaban en una embarcación y te llevaban al puerto del Mariel, cerca de la Habana, allí el gobierno cubano te admitía como devuelto.

Si lograbas poner pie en tierra, entonces te correspondía el derecho a quedarte, según la política “pies secos/pies mojados”.

¿Le perjudicaba esa política al gobierno de la isla?

El Gobierno cubano siempre ha protestado por ese problema. Entre otras cosas porque esa política era un aliciente para que médicos y personal de salud cubanos inmigraran a Estados Unidos, puesto que podían entrar automáticamente. Cuba tiene muchos médicos en diferentes partes del mundo. En la isla les llaman Misión internacionalista.

Por ejemplo, en Venezuela había miles de cubanos, entre médicos y enfermeros. Cuba empezó a fabricar más médicos de los que hacían falta y entonces el médico se convirtió en un producto de exportación. El Gobierno cobra por ellos en la moneda que sea. A los médicos les pagan, pero nunca el total. El Gobierno se lucra con esto.

Hay médicos que abandonaron la misión en Venezuela con la esperanza de venir para acá, pero al abandonar la misión “quemaron las naves”, es decir, no pueden volver, son desertores. Hay un montón de ellos en Colombia. Ahora Obama les cierra la puerta, entonces se ven entre ambas aguas: para atrás no pueden ir, ni para acá tampoco.

¿Esta medida la solicitó el gobierno cubano o fue una iniciativa del gobierno norteamericano?

El Gobierno cubano desde hace años ha estado protestando desde todos los medios que tiene sobre la “Ley de Ajuste Cubano” (ley de 1966 que permitió la residencia de los cubanos en Estados Unidos). Ahora estamos diciendo que Obama cambió la ley. Pero conociendo un poquito cómo funcionan estas cosas, no estoy seguro que haya sido Obama el que cambió la ley. Obama es el que anuncia el cambio, pero quién quita que el departamento de Estado, por ejemplo, no le dijo a Obama que eso había que cambiarlo hace rato, y ya que se iba, por qué no hacía el anuncio.

En la mentalidad popular, Obama hizo el cambio y para el que no le gustó, Obama tiene la culpa. El Gobierno cubano estaba persiguiendo el fin de esa política desde hace años.

¿Tendrá un efecto negativo no esperado para el gobierno de la isla que se haya quitado esa política?

A esa política se le ha llamado una válvula de escape. Cada vez que se ponía mala la cosa en Cuba, la gente decía que se iba para Estados Unidos. El problema de irse a Estados Unidos no era ponerse a gestionar una visa, sino lograr llegar. Ya la cosa no es así. Si estás descontento en Cuba y te largas, ya no eres un problema para el Gobierno. ¿Qué va a pasar ahora? Bueno, pues la válvula de escape está cerrada.

¿Cómo han percibido las personas en la Florida este cambio de política migratoria?

Hay mucha variante. Todo mundo habla de la feria según le va en ella. Al que le perjudica, al que tiene un pariente que estaba en vísperas de venir y ahora no puede venir, pues naturalmente hablará pestes de esta nueva política y de Obama. Pero hablando razonablemente, tú tienes que pensar que esto no podía continuar, es un resabio de una guerra.

En Vietnam hubo una guerra con tiros y murieron cerca de 50,000 americanos y hace rato que Estados Unidos tiene relaciones diplomáticas con Vietnam. Es más, los veteranos de esa guerra van a visitar Vietnam. Sin embargo con Cuba no es así.

Estados Unidos tiene comercio con Vietnam y hubo una guerra de tiros y bombardeos de años. En Cuba no ha habido nada de eso. Sin embargo, todavía estamos en guerra con Cuba, todavía los americanos y los cubanos de aquí están en guerra con los de allá.

¿Esta medida de Obama agudiza la incertidumbre de todos los demás inmigrantes?

No creo que ni aumente ni disminuya la incertidumbre, sencillamente es un capítulo que está cerrando Obama con los cubanos. Es un capítulo tan especial que no creo que afecte en nada lo que pueda suceder con el resto de inmigrantes de Centroamérica, por ejemplo.

Hay más incertidumbre sobre qué hará Trump cuando tome posesión el viernes próximo. Una de las cosas que dijo fue que todo lo que hizo Obama en cuanto a restablecer relaciones con Cuba lo echaría atrás. Vamos a ver qué hace Trump.

La Habana, capital de la paz en 2016

Cuba se posicionó entre los titulares más sonados de los principales medios globales en 2016, al ubicarse en el epicentro de varios sucesos que marcaron un antes y un después en la historia de América Latina y el mundo.

La paz constituyó el denominador común de la mayoría de los acontecimientos cuyos protagonistas fueron líderes y personalidades internacionales, pero que tuvieron como sede a La Habana.

Fue en la capital, el 12 de febrero, donde el Papa Francisco -en territorio nacional por pocas horas- y el Patriarca Kirill de Moscú y Toda Rusia, de visita oficial a Cuba, firmaron un documento conjunto considerado trascendental para la paz en el orbe.

Esa reunión inédita entre los máximos representantes de la Iglesia Católica y la Ortodoxa Rusa, devino un hecho sin precedentes en la historia de las relaciones entre ambas instituciones religiosas, luego de varias centurias de desencuentros tras el cisma del año 1054.

Al término del encuentro por casi dos horas, el Papa Francisco expresó gratitud “al gran pueblo cubano y a su presidente Raúl Castro por su disponibilidad”, y auguró que Cuba se convertiría en la capital de la unidad.

El vaticinio se concretó el 24 de agosto, cuando las delegaciones de las Fuerzas Armadas de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y del Gobierno Nacional anunciaban desde La Habana, tras cuatro años de conversaciones, la llegada a un Acuerdo Final, integral y definitivo, para la terminación del cincuentenario conflicto armado en ese país.

Llevado a plebiscito el dos de octubre, el documento fue rechazado por el 50,2 por ciento de los colombianos, quienes votaron por el NO al acuerdo de paz, mientras que hubo un fuerte abstencionismo.

Sin embargo, después de un mes de renegociación entre las FARC-EP, el Gobierno y los principales promotores del NO (entre ellos el expresidente colombiano Álvaro Uribe), el 13 de noviembre se firmó en La Habana un nuevo texto refrendado luego por el Congreso.

El 2016 también estuvo marcado por grandes acontecimientos en la historia de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, más allá de los avances en el proceso hacia la normalización de los vínculos bilaterales.

La visita, después de 88 años, de un presidente norteamericano en funciones a la Isla, fue unos de los hitos en este calendario. Barack Obama tocaba suelo cubano el 20 de marzo acompañado por su familia, en una visita oficial de 48 horas.

En la agenda del mandatario norteamericano sobresalió el encuentro con el General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, un discurso en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, así como también un recorrido por el centro histórico de la capital, reuniones con empresarios y la asistencia a un partido de béisbol.

Del dos al cuatro de junio La Habana fue sede de la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe, en cuya clausura Raúl subrayó que la paz y la estabilidad, la defensa de los intereses de nuestros pueblos y el ejercicio de la soberanía y la autodeterminación, sin injerencia externa, son elementos esenciales para avanzar hacia las metas de integración y cooperación que nos hemos trazado.

Otro de los sucesos que coronó el año que ya se despide fue la revocación de la Posición Común de la Unión Europea – impuesta a Cuba desde 1996- la cual entró en vigor el 12 de diciembre, luego de la firma del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Mayor de las Antillas y el bloque de 28 naciones.

El nuevo instrumento genera un nuevo escenario que beneficiará el acompañamiento de la UE en el proceso de actualización del modelo económico cubano, y dotará a las relaciones bilaterales de un marco contractual recíproco, respetuoso y mutuamente ventajoso.

A lo largo de 2016, también acudieron a La Habana en visita oficial múltiples delegaciones encabezadas por Presidentes o Primeros Ministros de todos los continentes, quienes expresaron su voluntad por profundizar los nexos con La Habana.

Entre ellos estuvieron los premieres de China, Japón Canadá, y los presidentes de Venezuela, Mongolia, Irán Vietnam, Portugal y Honduras.

La mayoría tuvo el privilegio de reunirse con el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, quien falleció el 25 de noviembre último a los 90 años de edad, acontecimiento que sumió a Cuba en duelo durante estos últimos días del año.

Y no fue casual que la Isla resultara elegida como escenario para concretar hechos que tributarían a la paz del orbe y la región; mucho se le debe a Fidel, referente para los pueblos en la búsqueda de un camino digno para el bienestar de la humanidad.

FORTALEZA DE SAN CARLOS DE LA CABAÑA

La Fortaleza de San Carlos de la Cabaña fue construida entre 1763 y 1774 en una loma en el lado este del puerto de La Habana, para proteger el único punto débil en las defensas de la ciudad.

En 1762 los ingleses lograron capturar esta importante colina y desde ella cañonearon implacablemente La Habana hasta provocar su rendición. En 1763 España cedió La Florida a Inglaterra a cambio de recuperar La Habana.

Para que no se repitiera lo sucedido, el rey Carlos III de España ordenó la construcción de una fortaleza capaz repeler futuras invasiones. El resultado fue la edificación militar más grande de toda América, con 700 metros de largo por 240 de ancho y una superficie de 10 hectáreas. Se dice que cuando Carlos III se enteró del coste de la fortaleza pidió un catalejo para verla, ya que una construcción tan grande y tan cara, por fuerza tenía que verse desde Madrid.

En La Cabaña se alojaron durante 200 años las mejores unidades del ejército español en Cuba. Durante las Guerras de Independencia sirvió de cárcel, en la que estuvieron presos muchos patriotas cubanos, como José Martí.

Con el triunfo de la revolución en 1959 el comandante Ernesto “Che” Guevara estableció en la fortaleza su cuartel general.

En la actualidad, la antigua oficina de la Comandancia alberga un pequeño museo dedicado al Che, en el que se exponen documentos y objetos relacionados con el famoso guerrillero.

Por la tarde, artesanos cubanos exhiben sus piezas dentro del complejo militar colonial más atractivo de La Habana. Las calles y plazas estrechas, con muros de piedra y barracas almenadas convergen en un agradable contraste con los modernos stands de la feria.

Docenas de vendedores ofrecen cuadros tradicionales, miniaturas de coches clásicos americanos en madera, instrumentos musicales, tales como bongos y maracas, ropas de lino y algodón, así como cerámicas y otras creaciones.

Cada noche a las nueve, un pelotón de cadetes vestidos como militares españoles del siglo XVIII recrean la tradicional ceremonia del cañonazo, que recuerda el que se disparaba en la época colonial para avisar del cierre de la bahía de La Habana con una cadena por la noche, para evitar ataques de piratas y corsarios.

A los pies de la fortaleza de La Cabaña y al lado del Castillo del Morro, se encuentra la Batería de la Divina Pastora, un antiguo emplazamiento de 14 cañones construido en 1726 que en la actualidad alberga un restaurante. La Divina Pastora, los Doce Apósteles y Sol eran las baterías más potentes de la ciudad y defendían a diferentes niveles el acceso a la Bahía de La Habana.

La Cabaña forma junto con el castillo de los Tres Reyes del Morro el Parque Histórico-Militar Morro-Cabaña.

MUSEO DE LA REVOLUCION

El antiguo Palacio Presidencial alberga desde 1976 el Museo de la Revolución. Este impresionante edificio fué proyectado en 1909 por los arquitectos Rodolfo Maruri y Paul Belau siguiendo los cánones del Eclecticismo y construido entre los años 1913 y 1920 por la General Contracting Company.

La prestigiosa Casa Tiffany’s de Nueva York se ocupó de la decoración del interior y del exuberante Salón de los Espejos, que se concibió a imagen y semejanza del salón homónimo del Palacio de Versalles en París.

La exposición museística consta de 38 salas, que muestran la historia de Cuba en orden cronológico, desde la cultura precolombina, pasando por la conquista española, la época colonial, las guerras de la independencia, la república y la lucha revolucionaria, hasta llegar al régimen socialista actual.

La planta baja acoge una muestra permanente sobre los hitos más importantes de la Revolución Cubana, como el asalto al Cuartel de Moncada en 1953, la toma del tren blindado de Santa Clara en 1958 o la vida de Ernesto Che Guevara.

La entrada del museo está flanqueada por un fragmento de la muralla que rodeaba La Habana y por el tanque SAU-100 que utilizó Fidel Castro durante la invasión de Bahía de Cochinos en 1961.

Justo detrás del museo se encuentra el Memorial del Granma, un recinto de cristal que alberga el Granma, el yate que transportó a Fidel Castro y al Che Guevara junto a otros 80 guerrilleros a Cuba desde el exilio en México en 1956.

El barco se encuentra rodeado de vehículos relacionados con la Revolución Cubana, como el tanque ruso T-34 utilizado por Fidel Castro en Bahía de Cochinos, el camión de reparto empleado en 1957 para el asalto del Palacio Presidencial o los restos de un avión espía estadounidense U-2 derribado en 1962 durante la Crisis de los Misiles.

CALLEJON DE HAMEL

Situado en el barrio de Cayo Hueso, muy cerca del famoso Malecón, encontramos un pequeño lugar de culto. Si no sabes dónde te diriges, dudas si entrar o no, pensando que forma parte de un recinto con apartamentos extravagantes. A la entrada hay un muro de piedra y metal, donde ya empiezas a intuir que lo que vas a encontrar dentro no es parecido a nada de lo que hayas visto antes.

Fundado en 1.990 en honor a uno de los primeros pobladores, Fernando Belleau Hamel, este callejón se hizo famoso por esconder el primer mural urbano de la cultura afrocubana. Pintado por Salvador González Escalona, que decidió cambiar el barrio cuando fue a pintar la casa de un amigo y observó lo deterioradas que estaban las fachadas de los edificios. Gracias a él, las paredes están repletas de murales y la imagen de este barrio, que ha cambiado totalmente, perdurará en el tiempo.

A lo largo de los años, este rincón escondido de La Habana se ha llenado de coloridas pinturas, originales esculturas, poemas escritos en piedra y escondites de santería y embrujo. Este increíble lugar tiene un equilibrio especial. Para las pinturas, Salvador utilizó esmaltes de coches y para las esculturas, materiales reciclados. Se podría decir, que la creatividad llega a su máxima expresión cuando el artista de reinventar una pared decorándola con bañeras y columnas y transformándola en una obra de arte.

Actualmente, el callejón está repleto de talleres para jóvenes que quieren aprender sobre la cultura afrocubana. Los visitantes tienen la oportunidad de conocer a algunos de los artistas y llevarse a casa alguna pintura de recuerdo.

Pero no todo es pintura y escultura en el Callejón de Hamel. Los fines de semana se llena de gente, cubanos y turistas, y se convierte en un escenario al aire libre donde rumba, son y tambores lo inundan todo. El baile es increíble y puedes disfrutar de una mañana diferente a ritmo afrocubano.

En el interior de este mágico lugar, también podemos ver las claras influencias africanas. Un centro de adoración donde la santería es la protagonista, traída desde África Central y asociada a la religión Palo Monte.   Más que una religión, se trata de brujería basada en los poderes de la Naturaleza  y la veneración a los ancestros. Los palos son objetos sagrados con poderes infundidos por los espíritus. La práctica del Palo se realiza en el altar o nganga, y en el callejón podemos ver uno de ellos, donde los creyentes realizan sus ofrendas.

Hoy en día, en el Callejón de Hamel se organizan distintas actividades, como la que tiene lugar los domingos al mediodía, momento en que la música afrocubana en directo toma el lugar. Además, el último sábado de cada mes hay talleres de pintura para niños. También hay representaciones de teatro y conferencias, tanto de cultura afrocubana como de cultura cubana en general.

PLAZA DE LA REVOLUCION

La Plaza de la Revolución, ubicada en el municipio de La Habana que lleva su mismo nombre, además de ser una de las plazas públicas más grandes del mundo, con 72000 metros cuadrados, es un lugar de gran valor histórico, ya que ha sido el escenario de varios de los actos y acontecimientos principales de la Revolución de Cuba. En ella han llegado a congregarse un millón de personas en (casi una décima parte de la población cubana).

Esta enorme plaza fue obra del urbanista francés Jean Claude Forestier en la década de 1920, la cual fue conocida como Plaza Cívica hasta 1959.

Actualmente se encuentra rodeada de edificios grises, y es sede del Gobierno Cubano, utilizada como lugar de celebración de las grandes concentraciones políticas.

En el centro de la plaza se encuentra el Memorial a José Martí, y justo detrás están las oficinas gubernamentales, dentro del fuertemente custodiado Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

El edificio de cemento ubicado en el norte de la plaza es el Ministerio del Interior, famoso por el enorme mural del Che Guevara que muestra en su fachada, el cual es una copia de la fotografía de Alberto Korda realizada en 1960. Justo debajo de la imagen del Che se muestra la frase “Hasta la Victoria Siempre”. El adyacente Edificio de Telecomunicaciones, hay un diseño similar con la imagen del guerrillero cubano Camilo Cienfuegos y el texto “Vas bien Fidel“.

En el lado este de la plaza se ubica la Biblioteca Nacional José Martí, la cual cuenta con una interesante exposición fotográfica; y en el lado oeste se halla el Teatro Nacional de Cuba.