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El Centro Histórico

El centro histórico de Quito se encuentra ubicado en el centro sur de la ciudad, sobre una superficie de 375,2 hectáreas (3,75 km²) y es considerado el conjunto histórico mejor conservado y uno de los más importantes de América Latina. Tiene alrededor de 130 edificaciones monumentales (donde se aloja una gran diversidad de arte pictórico y escultórico, principalmente de carácter religioso inspirado en un multifacética gama de escuelas y estilos) y cinco mil inmuebles registrados en el inventario municipal de bienes patrimoniales.

Fue declarado por la Unesco, junto con Cracovia (Polonia), el Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad el 8 de septiembre de 1978. El texto señala: “Quito forma un ensamble sui generis armónico donde las acciones del hombre y la naturaleza se han juntado para crear una obra única y trascendental en su categoría”. Se trata del menos alterado y el mejor preservado de América.

El Centro Histórico de Quito ha sido, desde hace cuatro siglos, el espacio de mayor importancia simbólica de la nación ecuatoriana. Aquí el español Sebastián de Benalcázar fundó la villa de San Francisco de Quito en 1534. Advirtiendo el rápido crecimiento, los conquistadores convirtieron a este punto en Obispado (1545) y en Real Audiencia (1575). De ésta época datan conventos como la Concepción, San Agustín, San Francisco, La Merced y Santo Domingo que se conservan hasta hoy, junto a otras cien edificaciones monumentales.

En sus 3,75km² el Centro Histórico cuenta con 4.286 inmuebles inventariados como patrimoniales, de los cuales sesenta y cuatro están catalogadas como monumentales, equivalentes al 42% de la arquitectura religiosa y 58% de la arquitectura civil de la parroquia. A la sede de la Presidencia de la República y otros edificios gubernamentales, se suman diez museos, veintidós templos, varios conventos con casi cinco siglos de antigüedad y otras edificaciones de valor patrimonial.

La religiosidad popular es una de las manifestaciones culturales que se mantienen más fuertemente vivas en el entorno del Centro Histórico; este fenómeno se refuerza por la presencia de su conjunto de templos y conventos monumentales, así como la del Palacio Arzobispal de la iglesia católica. Estas edificaciones religiosas y sus actividades generan a lo largo de todo el año la afluencia de visitantes de todas las latitudes.

La Compañía

La iglesia y el convento San Ignacio de Loyola de La Compañía de Jesús de Quito, también conocidos en el acervo popular ecuatoriano simplemente como La Compañía, es un complejo clerical católico ubicado en la esquina formada por las calles García Moreno y Sucre, en el Centro Histórico de la ciudad. La portada de su templo mayor, labrada totalmente en piedra volcánica, está considerada como una de las más importantes expresiones de la arquitectura barroca en el continente americano y del mundo.

En el año 1597 el hermano español Francisco Ayerdi se haizo cargo de los trabajos de construcción del templo de la orden jesuita en Quito. A partir de esta fecha los trabajos de construcción fueron presididos por distintos sacerdotes y arquitectos durante un período de 160 años. Por este motivo, el templo maneja cuatro estilos en su arquitectura, aunque predomina el arte barroco. Este es de fácil apreciación debido a la simetría que hay al interior de la iglesia, puesto que en cada lado de ella constan la misma cantidad de elementos. La luminosidad es otra de las particularidades del barroco; las ventanas superiores de la nave principal están colocadas con tal precisión que iluminan toda la iglesia con la luz del sol.

Otro de los estilos que tiene la iglesia es el mudéjar o morisco, que se caracteriza por las figuras geométricas que se observan en los pilares. Este es un estilo completamente árabe que trajeron los españoles debido a la influencia que tuvieron al ser dominados 800 años por los moros y árabes. El tercer estilo que podemos encontrar en La Compañía de Quito es el churrigueresco, de marcada decoración recargada, y que está presente sobre todo en las mamparas de la iglesia. Finalmente encontramos el estilo neoclásico, que adorna la capilla de Santa Mariana de Jesús, y que en los primeros años fue una bodega.

La mayor característica de la decoración interna de La Compañía de Quito son sus barroquísimas formas en madera de cedro tallada, policromada y bañada con pan de oro de 23 kilates sobre fondo rojo.

La Mariscal

Se puede decir que la Plaza Foch es el centro del barrio de La  Mariscal, no tanto por su ubicación, sino porque en esta plaza confluye y circula toda la gente que busca diversión por aquel sector, uno de los más concurridos cuando de fiesta, diversión y entretenimiento se trata.

El barrio de La Mariscal, conocido también como “La Zona” es el lugar de diversión y entretenimiento por excelencia en Quito. Este sector se encuentra ubicado en el centro norte de Quito y aquí confluyen una gran cantidad de bares, discotecas y restaurantes. La tarde es el inicio de actividades en esta área en donde se puede compartir buena comida y bebidas mientras se espera la noche para visitar las discotecas del sector.

El mayor movimiento se concentra en la Plaza Foch, situada en el centro de La Mariscal, y sus calles adyacentes. La mayoría de noches hay gran cantidad de personas disfrutando de lo que ofrece la velada y sus atractivos.

En su origen, el barrio Mariscal Sucre fue una zona residencial de la clase alta. Varias familias acaudaladas migraron desde el actual centro histórico a este sector a comienzos del siglo XX. Con el tiempo se fue convirtiendo en un sector comercial hasta finales de la década de 1970 cuando la mayoría de familias residentes migraron y el barrio se convirtió en una “zona roja” debido a la delincuencia. Pero fue para la década de 1990 que este barrio empezó a cambiar, y con más fuerza aún desde los 2000.

Así, en La Mariscal empezaron a florecer diferentes locales que fueron desperdigándose en toda la extensión del barrio. Ahora posee desde hostales adaptados en las mansiones antiguas de 1920, alquileres de Internet, servicios de lavandería, hasta discotecas, karaokes, restaurantes, bares y pubs de todo tipo. Es por esto que La Mariscal es un barrio donde la mayoría de turistas se hospedan.

Alrededor de la Mariscal se despliegan los locales de mayor clase, los más reconocidos. En la Plaza Foch tenemos restaurantes como el Q Restaurant, el Azuca Latin Bistro y el Azuca Beach, el Coffee Tree, entre otros. Además tenemos al Nü House Boutique Hotel, el único hotel de lujo que se encuentra en todo este sector y hace la diferencia de entre el resto de numerosos hostales desperdigados por la zona.

En La Mariscal existe un lugar para todos los gustos, un cosmos musical ecléctico, desde el jazz, ska, pasando a la salsa, merengue, reggaeton, hasta el techno, house y obviamente el rock en sus distintas variantes y ritmos tradicionales. Existen distintas pistas de bailes, karaokes, discotecas, bares, restaurantes y cafés.

Ciudad Mitad del Mundo

La Ciudad Mitad del Mundo es un terreno propiedad de la prefectura de la provincia de Pichincha, Ecuador. Está situado en la parroquia de San Antonio del Distrito Metropolitano de Quito, al norte del centro de la ciudad de Quito.

La principal atracción del lugar es el monumento a la Mitad del Mundo, el cual tiene como finalidad el resaltar la ubicación exacta de la línea ecuatorial o ecuador, del cual el país toma su nombre y destacar también la misión geodésica franco-española del siglo XVIII que ubicó el sitio aproximado por el cual pasa la línea equinoccial.

También se encuentra el Museo Etnográfico Mitad del Mundo, un museo sobre la etnografía indígena de Ecuador. Una pequeña ciudad que rodea el monumento actúa como centro turístico, ofreciendo una réplica de una ciudad colonial española llamada «Ciudad Mitad del Mundo».

El monumento piramidal de 30 metros de altura, con cada lado apuntando a una dirección cardinal, está hecho de hierro y cemento y cubierto de piedra tallada y pulida de andesita y rematado por un globo terráqueo de 4.5 m de diámetro y 5 toneladas. Dentro del monumento hay un pequeño museo que muestra elementos de la cultura indígena de Ecuador, como vestimenta, descripciones de los diversos grupos étnicos y muestras de sus actividades.

Cerca del monumento se encuentra también el Museo de Sitio Intiñan, que da a los turistas una visión de las maravillas realizadas sólo en el centro del mundo. Solo en el museo pueden ver demostraciones dirigidas por guías expertos desde cómo equilibrar un huevo sobre un clavo hasta conocer cómo el efecto Coriolis afecta a la forma en que el agua fluye en cada hemisferio. El museo también ofrece una visión histórica de nuestros antepasados, una mirada más profunda a la historia de Quito y también ofrece una ubicación para los festivales que se toman acabo durante los días de Equinoccios y Solsticios.

Actualmente, este es una de las principales atracciones turísticas de Quito, hay pocos lugares en el mundo donde se puede tomar una foto con un pie en cada hemisferio.

La Basílica del Voto Nacional

La Basílica del Voto Nacional, también llamada de la Consagración de Jesús o Basílica de San Juan (por el sector en el que está ubicada), es un edificio religioso de estilo neogótico del centro histórico de la ciudad de Quito. Por sus dimensiones y estilo está considerado como el templo neogótico más grande de América.

La Basílica del Voto Nacional surgió de la idea de construir un monumento como perpetuo recuerdo de la consagración de la República de Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús, planteada por el padre Julio Matovelle, diputado de la República en 1883.

El 10 de julio de 1892 se puso la primera piedra. Aunque aún faltan detalles decorativos, se puede decir que la estructura, tal como la conocemos hoy, fue terminada en el año 1924, cuando comenzaron a oficiarse las misas en la nave central y a repicar las campanas de las torres.

La Basílica del Voto Nacional es la obra más importante de la arquitectura neogótica ecuatoriana y una de las más representativas del continente americano,siendo a su vez la más grande en tierras del nuevo mundo. Por su estructura y estilo, es comparada con dos de las grandes catedrales de todo el mundo: la Catedral de San Patricio (Nueva York) y la Catedral de Notre Dame (París).

Las dos torres frontales tienen 115 metros de altura cada una, detalle que convierte a la Basílica en la segunda estructura religiosa más alta del continente americano, solo detrás de la Catedral de Maringá en Brasil (124 m), además de la estructura más alta de la ciudad de Quito.

Las gárgolas son uno de los principales distintivos de la Basílica, pero que a su vez mantienen una relación directa con la época en que fueron concebidas. Se encuentran en los laterales superiores de la nave central y constituyen el aporte inédito al estilo neogótico por parte del Ecuador. Esto se debe a que los animales que decoran el templo no son sólo mitológicos (como los de los templos europeos), sino que son una muestra de la fauna endémica y exótica ecuatoriana. Así, se pueden encontrar figuras de caimanes, tortugas de Galápagos, piqueros de patas azules, armadillos, monos aulladores, pumas, entre otros.

La Virgen del Panecillo

El Panecillo es una elevación natural de 3.000 metros sobre el nivel del mar, enclavada en el corazón mismo de la ciudad de Quito. Es el sitio más visitado de la ciudad. Por su ubicación se ha convertido en el más importante mirador natural de la ciudad, desde el que se puede apreciar la disposición urbana de la capital ecuatoriana, desde su centro histórico y  los extremos norte y sur de la ciudad. El Panecillo está coronado por una escultura gigante de aluminio: La Virgen del Panecillo o la Virgen de Quito, creada por el español Agustín de la Herrán Matorras, el cual se basó en la obra compuesta por Bernardo de Legarda, uno de los más importantes representantes de la Escuela quiteña.

Compuesta por siete mil piezas diferentes, esta es la mayor representación de aluminio en todo el mundo. Con 30 metros de altura (sin incluir los 11 metros de base), es uno de los 60 monumentos más grandes del planeta. La obra, inaugurada el 28 de marzo de 1975, es una réplica de la escultura de 30 centímetros realizada en el siglo XVIII por el escultor quiteño Bernardo de Legarda, la misma que reposa en el altar mayor de la Iglesia de San Francisco, y que está considerada como la obra cumbre de la escultura de la escuela quiteña colonial.

La escultura representa a la Virgen María tal como se la describe en el libro bíblico del Apocalipsis: una mujer con alas, una cadena que apresa a la serpiente que tiene bajo sus pies y que representa al demonio. Es por ello que además de los nombres de Virgen del Panecillo, Virgen de Quito ó Virgen de Legarda (por el escultor de la obra original), esta estatua también es llamada Virgen del Apocalipsis.

La Virgen del Panecillo reposa sobre un edificio base de cuatro niveles, construido en hormigón y revestido de piedra volcánica; dentro se puede recorrer un pequeño museo en el que se relata la historia del milenario cerro y de la construcción de la escultura. Además, accediendo por este museo se puede llegar a un mirador ubicado en los pies mismos de la Virgen, desde el cual se tiene una privilegiada vista de 180 grados de la ciudad de Quito.