La Iglesia de Nuestra Señora de La Merced, conocida comúnmente como Iglesia de La Merced, es un templo cristiano católico y parroquia bajo la advocación de la Virgen de las Mercedes, ubicado en la ciudad de San José, Costa Rica. Es un sobrio edificio de arquitectura neogótica, que se levanta en pleno corazón de la capital costarricense, sobre la Avenida Segunda y avenida 4 y calles 12 y 10 del distrito Hospital, frente al Parque Braulio Carrillo (conocido como Parque de La Merced) y el costado este del Hospital San Juan de Dios. Su construcción inició en junio de 1894, siendo monseñor Bernardo Augusto Thiel obispo de Costa Rica. Fue construida por el ingeniero Lesmes Jiménez Bonnefil y el arquitecto Jaime Carranza. Destaca especialmente por una única torre central que muestra una fuerte influencia de la arquitectura gótica alemana. Esta iglesia es, desde el 11 de junio de 1996, patrimonio histórico-arquitectónico de Costa Rica y uno de los edificios más reconocibles de la ciudad de San José.
La arquitectura de la iglesia es de tipo neogótico, destacándose la torre central, de franca influencia gótica alemana. El edificio se construyó en ladrillo, sobre un zócalo de piedra. El templo posee tres naves interiores bajo una ojiva continuada. La nave central es la más alta, con quince metros de altura, mientras que las naves laterales alcanzan los nueve metros.
La armadura y la cubierta del techo son de hierro. Posee un cielo raso de caoba de tono natural, el cual se sostiene sobre columnas de madera, las cuales presentan coloridas pinturas obra del italiano Adriano Arié, que datan de 1940. La base de las paredes internas posee un enchape de mármol, con piso de mosaicos. La iglesia posee varios elementos como rosetones, jardines y vitrales, además de una recubierta de estuco veneciano en la entrada principal. Durante la última restauración, se rescataron los colores originales del templo y una serie de pinturas originales en las paredes internas que fueron recubiertas en una remodelación en 1950.
Dentro de la Iglesia de La Merced se encuentran varias obras de arte, destacándose tres vitrales que representan la aparición de la Virgen de las Mercedes. Su obra más apreciada y valiosa, sin embargo, es un imagen de Cristo Agonizante, del artista Manuel María Zúñiga, quien se retrató a sí mismo desnudo sobre una cruz para luego realizar la escultura, por lo cual la anatomía y las heridas del Cristo son bastante realistas.