Cotopaxi Ecuador, tour de un día al Volcán Cotopaxi desde Quito.
Aquí comienza una experiencia de vida !
Cotopaxi, el mirador de los Andes y el segundo destino de aventura más popular en Ecuador, se encuentra a pocos minutos de Quito. Si usted encuentra en la naturaleza una experiencia estimulante, una visita a uno de los volcanes más altos del mundo, va a dejar su huella en ti.
A 5.897 metros sobre el nivel del mar, su cono perfecto cubierto de glaciares se eleva al cielo, y los cristales de las estalactitas y estalagmitas brillan en la luz de la luna. Desde la cumbre, si las condiciones climáticas son favorables, se puede divisar casi todos las elevaciones del país.
Parque Nacional Cotopaxi
En su encuentro con el Volcán Cotopaxi estará rodeado de bosques vírgenes, montañas, lagos, caballos salvajes y los ecosistemas que cambian sorprendentemente a medida que se gana altura. También podrá observar la fauna exótica, así como participar en las numerosas actividades que ofrece esta aventura inolvidable.
No importa dónde esté, usted sentirá la paz que irradia y podrá explorar un nuevo silencio, la vida solitaria, donde la única voz que se escucha será la del viento.
El Parque Nacional Cotopaxi fue creado en 1975 como un área protegida para preservar el volcán y los lagos en su interior. Usted quedará fascinado por la naturaleza en su más extraordinario esplendor, en el Parque Nacional más visitado de Ecuador. Una impresionante variedad de animales viven dentro del parque de 34.000 hectáreas, como cóndores, pumas, osos de anteojos, zorros andinos, caranchos con cabeza naranja (una especie endémica de la región ), llamas , ranas, páramo, colibríes y muchos otros.
Este parque también cuenta con una importante colección de lagos y picos de montaña. Uno de los más destacados es la laguna de Limpiopungo, que refleja en sus aguas al majestuoso volcán Rumiñahui con 4.757 metros de altura; el Lago Santo Domingo, rodeado de paredes de piedra inca, las ruinas de pucarás (fortalezas incas) y otras plataformas de piedra que se cree que han sido construidas por pastores precolombinos.
Sin duda, cuando se visita el Parque Nacional Cotopaxi y de deja atrás el ruido y el estrés de la gran ciudad, se infunde un sentimiento de espiritualidad y amor por la naturaleza rara vez experimentado.