Casa de Nariño
En esta casa vivió el matrimonio Nariño-Álvarez hasta el deceso de don Vicente Nariño, y aquí nació don Antonio Nariño y Álvarez el 9 de abril de 1765 y pasó su primera juventud. Al morir don Vicente heredaron la casa su esposa e hijos, según testamento de 1778.
En virtud de la autorización dada por Ley 85 de 23 de octubre de 1885, y dado «que la República no posee en propiedad en esta ciudad una casa adecuada para residencia presidencial», se «obtendrá para la República una casa que reunirá las condiciones requeridas para Palacio Presidencial». Según el historiador Eduardo Posada, la casa se compró por mandato del Presidente Rafael Núñez, quien vivió en ella después de la guerra civil de 1885, seguido de los presidentes encargados general Eliseo Payán en 1887 y 1888 y el General Carlos Holguín en 1892.
Como la antigua casa no tenía más mérito que el de haber sido cuna del Precursor y la importancia práctica de estar situada cerca al Capitolio, bajo la administración del general Rafael Reyes, 1904, fue demolida en su mayor parte y reemplazada por otra de dos pisos, con fachada de piedra, un gran salón y más amplías dependencias. En las postrimerías de su gobierno, 1908, el general Reyes trasladó allí la sede presidencial, que desde 1828 regularmente estaba en el Palacio de San Carlos.
Con el nombre de Palacio de Nariño o de la Carrera fue sede del gobierno de los presidentes Rafael Reyes de 1908 a 1909 y los vicepresidentes encargados Euclides de Angulo y Jorge Holguín hasta 1910, y luego de los titulares, general Ramón González Valencia, Carlos E. Restrepo, José Vicente Concha, Marco Fidel Suárez, Jorge Holguín, Pedro Nel Ospina y Miguel Abadía Méndez, conservadores.
Y a partir del 7 de agosto de 1930 de los presidentes Enrique Olaya Herrera, Alfonso López Pumarejo, Eduardo Santos, por segunda vez López Pumarejo y sus en cargados Carlos Lozano y Lozano y Darío Echandía, y de Alberto Lleras Camargo, en el período liberal que terminó en 1946. Y finalmente, de Mariano Ospina Pérez, Laureano Gómez y el designado Roberto Urdaneta Arbeláez, y el general Gustavo Rojas Pinilla, quien en 1954 se trasladó al Palacio de San Carlos, donde estaba la Cancillería, que pasó al de Nariño.
Aunque ya tenía tercer piso, construido bajo la administración de Eduardo Santos, por este tiempo el Palacio pareció anticuado e incómodo para el Ministerio de Relaciones Exteriores, y pronto fue desocupado y abandonado con la perspectiva de su derrumbamiento para erigir en su lugar un moderno edificio para este Ministerio.
Desde que la Casa de Nariño es sede del Gobierno de Colombia, el cambio de guardia se convirtió es uno de los espectáculos dignos de ver y escuchar para turistas, residentes y visitantes ocasionales del sector céntrico de Bogotá.
Hernández de Alba describe en el segundo piso del Palacio de Nariño el famoso Salón Amarillo, donde tenían lugar las recepciones oficiales, «…amoblado con fino gusto francés de la época de Luís XV (…), este salón ocupa toda la extensión de la fachada principal, Sobre el vestíbulo principal desarróllanse en dos alas las demás estancias; se suceden a la derecha tres recibos.
«Sigue al Salón Amarillo un pequeño y precioso oratorio colonial, decorado de rojo y oro. A uno y otro lado de las puertas principales del salón se admiran dos bustos en mármol del Libertador y del General Santander, obra eximia el primero del escultor Tenerani.
En 1972, bajo la administración de Misael Pastrana Borrero, se amplió la construcción dejando el cuerpo frontal sobre la carrera 7a, que conserva su anterior fisonomía, y donde está el Salón Amarillo. La obra fue adelantada en su casi totalidad durante el gobierno de Alfonso López Michelsen y terminada bajo el mandato de julio César Turbay Ayala.
A un lado de la Casa de Nariño, sobre la carrera 8a, se yergue solitaria la torre del observatorio Astronómico, construido por el sabio José Celestino Mutis entre mayo de 1802 y agosto de 1803. Al frente, presidiendo el conjunto, la estatua de bronce de Antonio Nariño, que vino en peregrinaje de la Plazuela de San Victorino, donde se erigió en 1910.
Este monumental edificio de líneas greco romanas, (…) está revestido de piedra tallada y labrada, semeja una fortaleza simbólica de gobierno, fuerza y poder, la obra fue dirigida por el arquitecto doctor Fernando Alsina como Interventor del Ministerio de Obras Públicas, con la colaboración de ingenieros y arquitectos del mismo.