La Casa del Cordón

La Casa del Cordón es un inmueble situado en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, en la República Dominicana. Fue la primera casa de piedra de América y probablemente la primera de dos pisos. ​ Su nombre se debe al cordón que presenta en su fachada, el cual se asocia a la orden franciscana​. Se encuentra en la calle Isabel la Católica con la esquina Emiliano Tejera.

Fue propiedad de Manuel Jimenes Ravelo quien a su vez era hijo de el Presidente Manuel Jimenes Gonzalez.

Hay indicios de que la casa del Cordón se comenzó en 1503 y se encontraba en inmediaciones del desembarcadero. Albergó a Francisco de Garay, un destacado personaje de principios del siglo XVI que participó en la conquista de México, fue gobernador de Jamaica, adelantado, y servidor de Cristóbal Colón.

En 1509 el virrey Diego Colón con su esposa María de Toledo, sobrina de Fernando II, ​ dejaron la Torre del Homenaje a Francisco de Tapia y vivieron brevemente en la casa del cordón antes de mudarse a su residencia oficial. ​ A su vez, allí se encontró la Real Audiencia. También habitó en ella Miguel Díaz, alcaide de la fortaleza fundada por Bartolomé Colón en la parte oriental del río Ozama, cuando se fundó la villa de Santo Domingo.

Durante la incursión de Francis Drake, se instaló en esta casa la balanza con la que se pesaban las pertenencias que debían entregar los pobladores de la ciudad al corsario inglés.

La casa tiene dos patios, en uno de los cuales se conservan arcos originales de ladrillo. Tiene una estructura de estilo gótico isabelino y mudéjar. La distribución de los interiores semeja a la de los palacios castellanos, y en su frontis, en alto, remata una ventana con alféizar de tipo mudéjar. En el mismo lugar conserva el escudo de Francisco de Garay. Fue restaurada y arrendada para una institución bancaria, que no permite visitarla más allá del vestíbulo dedicado al cambio de divisas. ​

El cordón que decora la casa tiene numerosos ejemplos en España, como el Palacio del Cordón en Zamora o la Casa del Cordón en Burgos, y pertenece esta decoración al último cuarto del siglo XV.

El palacio de los Condestables de Castilla, conocido popularmente como casa del Cordón, es un palacio originario del siglo XV que se alza en el casco histórico de Burgos, presidiendo la antigua plaza del Mercado Mayor, que estaba formada por las actuales plazas de La Libertad y Santo Domingo de Guzmán. Su promotor fue el condestable de Castilla don Pedro Fernández de Velasco, casado con doña Mencía de Mendoza y Figueroa.

El diseño inicial es atribuible a Juan de Colonia y a su hijo Simón y se trata de un edificio civil de estilo gótico de gran belleza y armonía, si bien hoy en día se encuentra muy modificado respecto al diseño original. Por todo el edificio hay numerosas representaciones de los escudos heráldicos del matrimonio propietario del palacio (Velasco y Mendoza), y en concreto los dos escudos que hay sobre la puerta principal están unidos por medio de un cordón franciscano, también esculpido en la piedra.

Un cordón o unas cadenas colgadas en la puerta de una casa indican que en ella ha dormido un rey, doña Mencía era devota de San Francisco y mandó esculpir el cordón franciscano. Este cordón es el que, en el acervo popular, dio nombre al edificio.

Al ser nombrado don Pedro Fernández de Velasco, condestable de Castilla en 1473, la residencia del mismo, sita en la calle Cantarranas (actualmente calle de San Lorenzo) se reveló como impropia de tan alto cargo público. Por ello, rápidamente, en 1476 se comienza la edificación del nuevo palacio en el que residirá la máxima autoridad política del reino tras el propio monarca.

El lugar elegido es la plaza del Mercado Mayor, anteriormente llamada Corral de las Vacas, y hay indicios de que se empleó como base alguna construcción anterior, probablemente el llamado palacio de la Princesa. El encargado de las obras fue Juan de Colonia, que las emprendió en colaboración de su hijo Simón, que sería quien concluyese la construcción.

El trazado original era un palacio de notables dimensiones, con un patio central con una doble arquería gótica a semejanza con los existentes en los claustros monacales. La entrada principal se situaba en la fachada sur, existiendo unos jardines anexos a la fachada este. Esta zona es la que tiene restos de mayor antigüedad, existiendo en ella unos capiteles góticos del siglo XIV probablemente del edificio anterior.

La fachada principal, presentaba dos torres y una portada con un cordón franciscano labrado en la piedra y que sirve de unión a los blasones de los Velasco y los Mendoza-Figueroa, así como el monograma IHS circundado por el sol eucarístico.

En la segunda fase de construcción, entre 1484 y 1497, se define el patio central. Se trata de un patio porticado, a imitación de los claustros religiosos, de dos pisos y al que se abren las habitaciones sirviendo de distribución del espacio. Cada lado del patio tiene cinco arcos por planta, con un pequeño friso que sirve a su vez de barandilla, en el que encontramos de nuevo los escudos heráldicos de los propietarios de la vivienda. Esta representación constante de las armas de la esposa, doña Mencía de Mendoza y Figueroa da una idea de la importancia que tenía para el Condestable el haber entroncado con una de las familias más poderosas de Castilla.

La fachada oeste seguramente tenía una disposición muy similar a la fachada sur, si bien se perdió por completo (al igual que la fachada norte) y hoy en día lo que vemos son reconstrucciones del siglo XX.