El Teatro de Santa Ana es la representación viva de la historia de la ciudad de Santa Ana de los años 1800, como uno de los frutos arquitectónicos de la bonanza económica de la época, generada principalmente por el cultivo y exportación del café. Convirtiéndose en el principal centro para la representación de las artes escénicas de la ciudad de Santa Ana.
En el año 1889 se creó la Junta de Fomento de Santa Ana cuya función era velar por el engrandecimiento y ornato de la ciudad. La sociedad santaneca amantes del arte vieron la necesidad que existía en la ciudad un lugar donde realizar sus presentaciones artísticas. Es así que esta junta comienza a realizar esfuerzos con miras a levantar un Teatro que permitiera a la sociedad santaneca realizar sus actividades Artísticas y Culturales.
Fue en el año de 1890 cuando se promovió un concurso para diseñar los planos del Teatro de Santa Ana, resultado ganador el Ing. Domingo Call. La primera piedra de la construcción fue colocada el 9 de febrero de 1902 durante el gobierno del General Tomás Regalado, oriundo de esta ciudad. Su edificación finalizó en 1910. El 27 de febrero de ese mismo año es inaugurada la primera presentación de la Ópera Rigoletto por la compañía italiana Sinibaldi. La decoración del Teatro de Santa Ana estuvo a cargo de los arquitectos Francisco Durini y Cristóbal Molinari, quienes contrataron los servicios de los italianos Luigi Arcangeli, Gugielmo Aronne, Antonio Rovescalle y la ayuda de artistas y artesanos salvadoreños.
El diseño del Teatro de Santa Ana pertenece al género teatral llamado proscenio. El proscenio es un elemento arquitectónico de los teatros, cuya principal característica reside en un arco sobre la boca del escenario, en donde la audiencia se enfrenta directamente al escenario, el que típica mente se encuentra más elevado que la primera fila. Este diseño fue el más común en occidente para las salas de teatro en los siglos XVIII, XIX y XX. El escenario principal es delimitado por un telón, que puede ser abierto o cerrado.
En su época de gloria (1910 – 1933), la bóveda del edificio estaba pintada con retratos de Rossini, Gounod, Wagner, Bellini, Verdi y Beethoven. Asimismo, a los lados del escenario había áreas destinadas para actos y fiestas.
El Teatro de Santa Ana cuenta con varias áreas, las cuales son el vestíbulo, el Salón Foyer, la Gran Sala, el Escenario, los Palcos y la Terraza Española. También posee detalles arquitectónicos labrados con madera de árboles de caoba como sus escalinatas, adornos hechos de yeso y pinturas al óleo de artistas italianos.
El telón del escenario es del tipo boca excepcional y de estilo Art Noveau, hecho por el artista italiano Antonio Rovescalli. Frente al escenario, junto a la audiencia, hay un espacio en desnivel en donde pueden colocarse orquestas. Asimismo cuenta con tramoyas e iluminación.
En 1933 fue entregado al Circuito de Teatros Nacionales, la cual la usó como cine hasta 1979 cuando fue entregado al Ministerio de Educación. En 1982 fue declarado Monumento Nacional. La restauración del Teatro de Santa Ana empezó en 1987.
Desde finales de la Guerra Civil de El Salvador, la restauración fue retomada por El Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA) con el apoyo de la Asociacion del Patrimonio Cultural de Santa Ana (Apaculsa); y a partir de 2010 es administrada por la Secretaría de Cultura de El Salvador.