La Catedral de San José es el producto de varias generaciones. En ella no quedó impresa ostensiblemente porque, no lo podría jamás, la huellas de la arquitectura tradicional de la colonia. Solo su antiguo cajón de mampostería, cubierto y recubierto por posteriores reconstrucciones, queda como testigo mudo y vestigio de un pasado colonial”, señala en su libro: La Iglesia Catedral, autoría de Alberto Carballo.
Al hablar de su estilo arquitectónico significa mas que eso: Es el conocimiento de las limitaciones económicas de un pueblo, su apatía y también su gran espíritu solidario, como puntos contrapuestos en el carácter costarricense; respecto de este último y creyendo que es la actual generación a la que corresponde preservar el legado cultural del país, la solidaridad queda manifiesta con lo ulterior.: Recuperar el pasado histórico.
Una de las razones por las que no se puede precisar el inicio y final de obra, en lo que respecta a la estructura completa de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana, es la serie de reconstrucciones y mejoras que se hicieron a la antigua ermita de paja y ladrillo desde 1736, base y fundamento del trabajo, que durante cerca de siglo y medio con sus interrupciones naturales, allí se realizó.
Fuente: http://www.revistapasosdefe.com