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Iglesia de La Merced

La Iglesia de la Merced es un templo católico ubicado en la ciudad de la Antigua Guatemala en Guatemala. El arquitecto Juan de Dios Estrada estuvo a cargo de su construcción desde 1749. El templo fue inaugurado en 1767

Descripción

«Fuente de los Pescados» destruida, en 1916.

De estilo Ultrabarroco guatemalteco, este templo cuenta con dos torres-campanarios. En la fachada de la iglesia, en su parte superior está una escultura de San Pedro Nolasco, fundador de la Orden Mercedaria. Abajo de éste aparece Nuestra Señora de las Mercedes y el escudo mercedario. Las esculturas en estuco y ladrillo de San Ramón Nonato y San Pedro Armengol se encuentran al lado izquierdo de la fachada. San Pedro Pascual y Santa María de Cervelló, primera monja mercedaria se encuentran al lado derecho.1

La «Fuente de Pescados», data del siglo xviii y fue restaurada en 1944; con veintisiete metros de diámetro, es una de las fuentes coloniales más grandes en América Latina.2 La fuente tiene la forma de un lirio acuático, una flor muy común en las tierras bajas guatemaltecas, sobre todos en los lagos y lagunas.2 En simbología de los antiguos pueblos mayas, está asociada con la creación: un dios creó un lirio acuático de donde salió e resto de dioses.3

Historia

«Fuente de Pescados» del convento mercedario en 2011.2

Escudo de armas de la Orden de la Merced.

Fray Marcos Dardón llegó la América Central con los conquistadores españoles y participó activamente en la futura provincia de la Merced de Guatemala, creada poco después de su muerte. El obispo de la diócesis, Francisco Marroquín, lo trajo consigo a Guatemala, hacia 1537. Los mercedarios se asentaron en el Valle de Almolonga y cinco años después, tras el deslave del Volcán de Agua se trasladaron al Valle de Panchoy. Por ese entonces, fray Marcos se hallaba en la provincia de Chiapas, desempeñando el cargo de protector de indios. Y algún tiempo después,4 , en 1546, pasó a Guatemala, donde desempeñó sucesivamente los cargos de comendador del convento de la ciudad y de vicario provincial.

El obispo Francisco Marroquín afirmó que los mercedarios fueron los primeros que se radicaron y perseveraron en la ciudad de Guatemala.5 . Pero su campo de apostolado lo extendieron fuera de la propia ciudad, por las tierras que en el siglo xxi integran los departamentos guatemaltecos de Quetzaltenango, San Marcos y Huehuetenango, donde tuvieron un gran número de doctrinas, que multiplicaron aún más durante los últimos años del siglo xvi o principios del xviii.6

Hacia 1550, a petición del licenciado López Cerrato, presidente de la Audiencia, fray Marcos promovió la fundación de las casas de Gracia de Dios, Tencoa y Valladolid de Comayagua; las tres en la región hondureña, para que sus religiosos se encargasen de la doctrina de los naturales.7 Los dos primeros fueron fundados por fray Nicolás del Valle, quien en 1565, presenta un memorial al Consejo de Indias, solicitando ayuda para los tres conventos, donde los mercedarios, “que predican el santo evangelio”, no han gozado de la protección real.8

Contando con éste y otros núcleos de conventos, en 1561 se fundó la provincia de Nuestra Señora de la Merced de Guatemala, que comprendía, además de Guatemala y Honduras, las regiones de San Salvador, Nicaragua, Costa Rica y, por algunos años, hasta que se erigió en provincia independiente, también la región de México 9 10

En 1565 se creó la provincia mercedaria de la Presentación de Guatemala. Durante la primera parte del siglo xvii tenían a su cargo la evangelización de algunos pueblos alrededor de la ciudad de Santiago, que con el paso del tiempo pasaron a formar parte de la ciudad. Los mercedarios eran propietarios del ingenio «La Vega» y el trapiche «Nuestra Señora del Buen Suceso de Pechar»;11 también construyeron el colegio «San Gerónimo», pero éste les fue decomisado en 1763 por no tener licencia real y fue utilizado como la Real Aduana.11

En 1761 llegó a la Santiago de los Caballeros de Guatemala el nuevo capitán general, Alonso Fernández de Heredia, quien era mariscal de campo de los reales ejércitos y ya había sido goberandor de Nicaragua, Comayagua, Florida y Yucatán; el nuevo gobernante donó cuatro mil pesos para la construcción de la Iglesia de la Merced.12 El templo fue dedicado en 1767, apenas seis años antes de los Terremotos de Santa Marta, a los que resistió gracias a las nuevas técnicas de construcción utilizadas. En la fachada de la iglesia, en su parte superior está una escultura de San Pedro Nolasco, fundador de la Orden Mercedaria. Abajo de éste aparece Nuestra Señora de las Mercedes y el escudo mercedario. Las esculturas en estuco y ladrillo de los santos mercedarios San Ramón Nonato y San Pedro Armengol se encuentran al lado izquierdo de la fachada. San Pedro Pascual y Santa María de Cervelló, primera monja mercedaria se encuentran al lado derecho.1

Reformas borbónicas

Rey Carlos III de España, promotor de las reformas borbónicas.

En 1754, en virtud de una Real Cédula parte de las Reformas Borbónicas, todos los curatos de las órdenes regulares fueron traspasados al clero secular. 13 14

En 1765 se publicaron las reformas borbónicas de la Corona española, que pretendían recuperar el poder real sobre las colonias y aumentar la recaudación fiscal.15 16 Con estas reformas se crearon los estancos para controlar la producción de las bebidas embriagantes, el tabaco, la pólvora, los naipes y el patio de gallos. La real hacienda subastaba el estanco anualmente y un particular lo compraba, convirtiéndose así en el dueño del monopolio de cierto producto. Ese mismo año se crearon cuatro subdelegaciones de la Real Hacienda en San Salvador, Ciudad Real, Comayagua y León y la estructura político administrativa del Reino de Guatemala cambió a quince provincias:17

Además de esta redistribución administrativa, la corona española estableció una política tendiende a disminuir el poder de la Iglesia Católica,18 el cual hasta ese momento era prácticamente absoluto sobre los vasallos españoles. La política de disminución de poder de la iglesia se basaba en la Ilustración y tenía seis puntos principales:

  1. Declive del legado cultural jesuítico
  2. Tendencia hacia una cultura laica y secularizada
  3. Actitud decididamente racionalista, de herencia cartesiana
  4. Valoración de la ciencia natural sobre el dogma religioso
  5. Una crítica al papel de la Iglesia dentro de la sociedad y de sus organismos derivados, sobre todo de las cofradías y hermandades..19 20
  6. Favorecimiento del regalismo.

Terremotos de Santa Marta

Imagen de La Merced en 1875. Se observa el buen estado en que se encuentra el templo, tras haber resistido los terremotos de 1773. Fotografía de Eadweard Muybridge.

En 1773, la ciudad de Santiago delos Caballeros fue destruida por los terremotos de Santa Marta;21 pero como la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes -u «Oratorio de la Merced», como se le conoció en el siglo xix— no sufrió mayores daños por ser prácticamente nueva, siguió abierta al culto, conservando sus imágenes y retablos.

Traslado de la imagen de Jesús Nazareno a la Nueva Guatemala

En 1776, la capital fue trasladada a la ciudad de Nueva Guatemala de la Asunción luego que los terremotos de Santa Marta de 1773 arruinaran la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala por tercera ocasión en el mismo siglo22 y las autoridades civiles utilizaran eso como excusa para debilitar a las autoridades eclesiásticas —siguiendo las recomendaciones de las Reformas Borbónicas emprendidas por la corona española en la segunda mitad del siglo xviii23 obligando a las órdenes regulares a trasladarse de sus majestuosos conventos a frágiles estructuras temporales en la nueva ciudad.24

Una de las medidas tomadas por el presidente de la audiencia Martín de Mayorga, para forzar el traslado de la ciudad y debilitar el poder eclesiástico fue el envío de la escultura más importante de la ciudad. Por ello, en 1778 ordenó el traslado del Jesús Nazareno de la Merced, junto con la imagen de la Virgen, para obligar a los mercedarios a mudarse. El traslado fue penoso, pues los indígenas encargados del trabajo se tardaron en llegar a recogerlo y los feligreses antigüeños rezaban y lloraban la pérdida de la imagen mientras esperaban. Cuando salió Jesús de la Merced en un cajón, las personas lo acompañaron hasta la garita de Animas en las afueras de la ciudad; un devoto llevó cargando la cruz de la imagen hasta San Lucas, población que está a quince kilómetros del convento mercedario en Antigua Guatemala.25 Tras parar en San Lucas Sacatepéquez y en Mixco, las imágenes llegaron finalmente a la Nueva Guatemala de la Asunción por la noche, y el Cristo fue recibido por los frailes franciscanos y luego por los mercedarios, para ser depositado en una armazón de madera en el terreno en donde iba a construir el templo mercedario de la nueva ciudad. Martín de Mayorga llegó a ver a la imagen, dando así por concluido el episodio más difícil del traslado de la ciudad.26 En 1801, la cofradía de Jesús Nazareno de la Merced trasladó el retablo de la imagen a la nueva ciudad, aunque la iglesia todavía no se había construido. Hasta 1813, cuando se inauguró la iglesia mercedaria en la nueva ciudad el resto de los retablos fueron enviado a la Nueva Guatemala, pero el antiguo templo siguió funcionando como parroquia.27

Mientras tanto, la ciudad de Santiago empezó a llamarse la «arruinada Guatemala», «Santiago de Guatemala antiguo» y la «antigua ciudad». Fue abandonada por todas las autoridades reales y municipales, y en 1784 por las dos últimas parroquias: Candelaria y Nuestra Señora de los Remedios, quedándose también sin autoridades eclesiásticas.28 Pocos años después el arzobispo Cayetano Francos y Monroy autorizó el funcionamiento de tres parroquias interinas que llevaron el nombre de sus antecesoras: «San Sebastián», «Candelaria» y «Los Remedios», en donde se guardó la mayor cantidad de obras de arte religioso que permaneció en la antigua Guatemala.29 Tras la independencia de 1821 recuperó la categoría de ciudad y fue nombrada como cabecera del departamento de Sacatepéquez.30 Avanzado el siglo xix, la parroquia de San Sebastián tuvo que ser trasladada al templo mercedario, en donde ha estado desde entonces.27

El moderno Jesús Nazareno de la Merced de Antigua Guatemala

Procesión del nuevo Jesús Nazareno de la Merced en 1934.

La Merced en 1895.

Luego del traslado forzoso del Jesús Nazareno mercedario en 1778 a la Nueva Guatemala de la Asunción para que los vecinos de ese barrio se trasladaran a la nueva capital junto con su venerada imagen, la iglesia de La Merced no tuvo imagen de nazareno; por otra parte, para evitar que se repitieran los motines violentos de mulatos en la nueva ciudad, las autoridades decidieron dejar a la imagen de Jesús Nazareno de la ermita de San Jerónimo, en el barrio mulato de Antigua Guatemala. Esta imagen fue trasladada a la parroquia de San Sebastián en 1804 y luego, en forma definitiva, a la Iglesia de la Merced, en donde se encuentra desde entonces y en donde se ha convirtió en la más simbólica de la Semana Santa en Antigua Guatemala.31 Antiguamente se creía que la imagen de Jesús Nazareno era originalmente de la Ermita de la Santa Cruz, pero investigaciones modernas demostraron que provenía de la ermita de San Jerónimo.32

Terremotos posteriores

En 1874, la ciudad fue nuevamente afectada por un grave terremoto,33 , pero éste no dañó al edificio mercedario por su robusta construcción.

Un siglo después, el terremoto del 4 de febrero de 1976 —de 7.5 grados en la escala Richter— destruyó gran parte del país y numerosas estructuras en ruinas e la ciudad, pero no le causó mayores daños al templo mercedario, aunque sus imágenes religiosas fueron sacadas al atrio por precaución.34

La Antigua Guatemala y su Palacio de los Capitanes Generales

La antigua Guatemala, el Palacio de los Capitanes Generales, o Palacio Real, es un edificio colonial localizado en la ciudad de Antigua Guatemala. Alberga las oficinas del Instituto Guatemalteco de Turismo, Gremial de Turismo de Antigua, Policía Nacional Civil y la Gobernación Departamental, entre otras

Historia

La ciudad se trazó en forma rectilínea, con las calles orientadas de norte a sur y de este a oeste, con una plaza central. Para los edificios eclesiásticos y de gobierno fueron designados lugares importantes alrededor de la plaza central; a la que también se le llamaba Plaza Mayor, Plaza Real y Plaza de Armas.1 Entre 1549 y 1563, las propiedades al sureste de la plaza mayor fueron vendidas a la corona y ocupadas por el primer presidente de la Real Audiencia de los Confines: el licenciado Alonso López Cerrato, quien además fungió como gobernador y capitán general; el edificio que se construyó originalmente era pequeño de artesonado con portal, techo de teja y paredes de adobe.1 Anteriormente la audiencia se encontraba en la ciudad de Gracias a Dios en Honduras, pero allí carecía de las condiciones adecuadas para realizar sus actividades.1

La construcción de las Casas Reales para la residencia del Capitán General y los oidores de la Real Audiencia de los Confines se inició en 1558. En el lugar se ubicaban la Caja Real, la cárcel, el cuartel del Batallón de Dragones, la Sala de Armas, las casas de habitación de los oidores y cabellerizas huertos y bodegas.1

Para 1678 el Palacio de los Capitanes Generales ya era un edificio de dos niveles, con portal y columnas de madera y con techo de teja con alero.1

Terremotos de San Miguel

Los terremotos más fuertes que vivió la ciudad de Antigua Guatemala antes de su traslado definitivo en 1776 fueron los terremotos de San Miguel en 1717. El 27 de agosto hubo una erupción muy fuerte del Volcán de Fuego, que se extendió hasta el 29 de agosto;6 los vecinos de la ciudad pidieron auxilio al Santo Cristo de la catedral y a la Virgen del Socorro que eran los patronos jurados contra el fuego del volcán. El 29 de agosto salió la Virgen del Rosario en procesión después de un siglo sin salir y hubo muchas más procesiones de santos hasta el día 29 de septiembre, día de San Miguel; los primeros sismos por la tarde fueron leves, pero a eso de las 7 de la noche se produjo un fuerte temblor que obligó a los vecinos a salir de sus casas;6 los temblores y retumbos siguieron hasta la cuatro de la mañana. 7

Los daños que sufrió el como consecuencia de este terremoto fueron reparados por Diego de Porres, quien los terminó en 1720; aunque hay indicios de que hubo más trabajos de Porres hasta 1736.1

Terremotos de San Casimiro

Los sismos continuaron y en 1751 hubo otro fuerte temblor que dañó la ciudad.8 en ese oportunidad, el Palacio Real sufrió cuantiosos daños y hubo de ser reconstruido totalmente. El encargado de la reconstrucción fue el arquitecto mayor Luis Diez de Navarro, a quien las autoridades de la corona española le solicitaron que el edificio se asemejara al edificio de la sede del poder criollo de Guatemala, el Ayuntamiento, y que tuviera un portal de columnas de piedra con cúpulas en cada sector de intercolumnio, además de ser abovedado el techo del conjunto.9 a La construcción se concluyó entre 1765 y 1768.

Los Terremotos de Santa Marta

Parque central con la Parroquia de San José y cobertizos improvisados para las columnas derrumbadas del Palacio de los Capitanes Generales; 1840.

Antigua Catedral de Santiago en un grabado de 1884.10 Obsérvese que la arcada del Palacio de los Capitanes Generales, a la derecha, todavía no se había terminado de reconstruir y sólo están los cobertizos que guardan las columnas de los arcos.

Para 1773, el Reino de Guatemala era vasto, con una jurisdicción que abarcaba más de 2400 kilómetros de longitud, limitada por el Océano Atlántico y el Océano Pacífico al sur; tenía tres obispados sufragáneos, once ciudades, muchas villas y aproximadamente novecientos pueblos, repartidos en veinticuatro gobiernos y alcaldías mayores que dominaba la Real, Pretorial Audiencia, presidida por el presidente, el consejo y regimiento. Entre las dependencias de la Audiencia se encontraban: los juzgados de tierras, juzgados de bienes de difuntos, juzgados de cruzada, juzgados de papel sellado y bienes de comunidades, ordinarios de provincia, tribunal de cuentas, y los de las respectivas rentas reales.2 Por su parte, los criollos guatemaltecos oponían al poder real el Ayuntamiento, el cual estaba compuesto de dos alcaldes ordinarios, trece regidores, procurado síndico y mayordomo.2 ; y finalmente, el poder eclesiástico, que estaba dirigido por el arzobispo, con nueve prebendados, cinco dignatarios, dos curas rectores, ocho conventos religiosos, cinco de monjas, tres de beatas y dos colegios.2

Después de los terremotos de 1751, se renovaron muchos edificios y se construyeron numerosas estructuras nuevas, de tal modo que para 1773 daba la impresión de que la ciudad era completamente nueva. La mayoría de las casas particulares de la ciudad eran amplias y suntuosas, al punto que tanto las puertas exteriores como las de las habitaciones eran de madera labrada y las ventanas eran de finos cristales y tenían portales de madera labrada. Era frecuente encontrar en las residencias pinturas de artislas locales con marcos recubiertos de oro, nácar o carey, espejos finos, lámparas de plata, y alfombras delicadas.11 Y los templos católicos eran magníficos: había 26 iglesias en la ciudad, y 15 ermitas y oratorios. Los principales edificios públicos de la ciudad no se quedaban atrás en lujo y ostentación: el Palacio Real, el Palacio Arzobispal, la Casa de Cabildo y la Casa de Moneda. Asimismo estaba la Real Universidad, dos seminarios de niños, un seminario de niñas, la Real aduana, ocho conventos de monjes y cinco de monjas, tres beaterios, dos hospitales, dos cárceles de varones y una de mujeres.2

El 29 de julio de 1773, día de la festividad de Santa Marta de Betania, ocurrió un fuerte sismo en la localidad alrededor de las tres de la tarde.12 Una hora después fue seguido de un violento terremoto que duró alrededor de un minuto,13 en medio de una tenaz lluvia que azotaba el lugar. La sacudida ocasionó el destrozo de las edificaciones religiosas, gubernamentales y privadas, así como rompió acueductos y provocó la escasez de alimentos, pues los nativos, que abastecían a la población, habían huido a los montes.

Justo en los días dos y cuatro de agosto, fueron celebradas «Juntas Generales» presididas por el Gobernador Martín de Mayorga y adonde se hicieron presentes las autoridades locales, entre ellas el Arzobispo Pedro Cortés y Larraz, miembros del Ayuntamiento y representantes de las órdenes religiosas que allí residían. En la reunión se decidió informar al Rey Carlos III y al Consejo de Indias sobre los destrozos y el eventual traslado al vecino valle de La Ermita, sitio que no estaba cercano a volcanes, circunstancia a la que se atribuía los temblores.12

El 13 de diciembre dos fuertes sismos sobrevinieron en la zona,14 desatando un nuevo enjambre sísmico, lo que reforzó la posición de quienes preferían la mudanza. En enero de 1774 el Concejo de Indias se pronunció sobre el traslado interino hacia el valle de La Ermita. Bajo la administración de Matías de Gálvez, entre 1779 y 1783, se dio por resuelto el desalojo.12

Posiblemente los daños causados por el terremoto fueron serios, pero fueron más serios los que provocó el saqueo y el abandono de la ciudad. El 16 de enero de 1775 el maestro mayor de obras Bernardo Ramírez, comenzó a sacar todos los materiales utilizables del edificio para trasladarlos a la nueva capital ya que se había emitido orden legal en la cual se ordenaba que debían ser trasladados al nuevo asentamiento todos los materiales que pudiesen servir en la construcción de edificios y casas. Por esta disposición el Palacio Real fue despojado de puertas, ventanas, balcones, objetos decorativos, etc.9

Después del traslado de la capital

La ciudad permaneció en relativo abandono durante el siglo xix e incluso en 1813, el arzobispado vendió los claustros e iglesias abandonados a particulares. Algunas familias retornaron a la ciudad a tomar posesión de sus antiguas propiedades, lo que motivó la instalación de autoridades en la localidad y la rehabilitación y reconstrucción parcial del algunos edificios. El antiguo Palacio de los Capitanes Generales se empezó a reconstruir por el corregidor J. Ignacio Irigoyen, mientras que la fachada se reconstruyó durante el gobierno del general Manuel Lisandro Barillas Bercián a finales del siglo xix. Para la reconstrucción de la fachada se utilizaron las columnas de piedra que habían permanecido durante casi cien años en unos cobertizos improvisados frente al Palacio, en el lado sur de la Plaza Mayor.1 Con la reconstrucción se rehabilitaron los sectores menos dañados del edificio: la cárcel y la gobernación,15 la cual empezó a funcionar en el establecimiento en 1896; para ese año, funcionaban en el edificio aparte de la jefatura política, la primera sección de policía, el juzgado de primera instancia, el juzgado primero de paz, la prisión de mujeres y la administración de rentas de Sacatepéquez

En 1896, el escritor Ramón Aceña describió la ciudad en un artículo para La Ilustración Guatemalteca, revista oficial que se publicaba durante el gobierno del general José María Reyna Barrios; en su artículo, Aceña -quien era oriundo de la ciudad – describe el valle como el lugar idóneo para que se asentara en él una gran ciudad, cuyos habitantes disfrutaran de los mejores dones que la naturaleza tiene que ofrecer, y de un clima muy agradable la mayor parte del año.18 En 1896 entre los edificios en mejores condiciones estaba el Palacio de los Capitanes Generales, reparado en parte por el corregidor J. Ignacio Irigoyen y cuya fachada ya había sido restaurada por el gobierno del general Manuel Lisandro Barillas; el palacio albergaba en ese entonces la Jefatura Política, la primera sección de la policía, el juzgado de primera instancia, juzgado primero de paz, la prisión de mujeres y la administración de rentas de Sacatepéquez.16

Terremotos de 1942 y 1976

El 6 de agosto de 1942, Antigua Guatemala fue afectada por un sismo19 que se produjo a las 17:37 hora local (23:37 UTC) y tuvo una magnitud de 7.7 en la escala de magnitud de momento (Mw)20 y 7.9 en la escala de Magnitud de onda superficial (Ms).21 El epicentro se encontró a lo largo de la costa sur de Guatemala,22 .

El terremoto causó extensos daños en el altiplano central y occidental de Guatemala, y dañó severamente el Palacio de los Capitanes Generales.19 Treinta y ocho personas murieron en el terremoto. Los deslizamientos de tierra, causados por la combinación del terremoto y las fuertes lluvias estacionales, destruyeron carreteras, incluso la Carretera Interamericana, y líneas telegráficas.23

El 4 de febrero de 1976 Guatemala fue sacudida nuevamente por un terremoto de 7.5 grados en la escala de Richter, que destruyó gran parte del país, y causó daños en al Palacio de los Capitanes Generales, por lo que se tuvo que demoler el muro de la fachada oriental. El Palacio, junto con la ciudad de Antigua Guatemala fue declarado Patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1979

La Antigua Guatemala y su Museo de Arte Colonial

Conserva una gran belleza arquitectónica y se encuentra ubicado frente a las ruinas de la Catedral , a pocos metros del Parque Central sobre la 5ª. Calle Oriente No.5 en el edificio que albergó a la Universidad de San Carlos de Borromeo.

Los terremotos afectaron sus estructuras tanto en 1751 como en 1773 y, finalmente, dejó de ser la sede de ese centro de estudios en 1777.
La Antigua Guatemala continuó mostrando intensa actividad pese al traslado de la ciudad al Valle de la Ermita , y sus amplias instalaciones fueron utilizadas como escuela para niños, templo parroquial y para diversas exposiciones.

Su arquitectura, rica en detalles visibles incluso en sus techos, consiste en una serie de aulas que se disponen alrededor de un patio central con cuatro corredores.

El museo, el cual cuenta con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas para la Educación , la Ciencia y la Cultura , UNESCO, es fundado como tal en 1936, habilitando cuatro salas al público y luego tres adicionales. Es importante en su género debido a que alberga una extensa colección de arte de los siglos XVI al XVIII.

En sus salones se exponen alrededor de 133 obras, entre esculturas, pinturas y muebles. En uno de sus corredores puede contemplarse una curiosa carroza funeraria de los tiempos coloniales.

La Antigua Guatemala , albergue en el pasado de congregaciones religiosas y de un particular espíritu de devoción, hereda a nuestro presente una variedad de obras de imaginería colonial muy bien preservadas. Su valor y calidad artística fue de tal magnitud que eran tan admiradas en su tiempo no sólo en todo el continente americano, sino también en Europa.

Martes a viernes de 9:00 a 16:00 horas.
Sábado y domingo de 9:00 a 12:00 horas y de 14:00 a 16:00 horas.
Los domingos el ingreso es gratuito. En los días restantes los estudiantes con uniforme

Mirador del Cerro de la Cruz

El Cerro de la Cruz es famoso por su mirador, desde el cual se aprecia una agradable panorámica de La Antigua Guatemala y sus calles con el Volcán de Agua al fondo. Recomendado como destino turístico y de esparcimiento.

Se rodea de bosque y posee áreas de descanso, bancas y un bordillo que se ha utilizado como una gran bunca larga donde se sientan turistas y locales para apreciar la vista. Este punto ha sido escenario de fotógrafos capturando los colores de la ciudad colonial.

Es un lugar tranquilo con algunas ventas de artesanías (ni mucho mi poco: lo justo para complementar la experiencia). Cuenta con seguridad policial con un horario bien establecido y también ha sido sede de escenas de películas que han incluido a la ciudad colonial, o en este caso al Cerro de la Cruz mismo, como Hunting Party, donde éste mirador es de noche, protagonista de una escena muy importante en la trama de uno de sus protagonistas.

La vista panorámica de La Antigua Guatemala

El conjunto forma un paisaje, una postal, una escena para relajarse y recordar que la vida es muy buena, que trabajamos para ganarnos momentos de descanso. También es un sitio de ejercicio fotográfico para nacionales y extranjeros.

La panorámica es exquisita, y si se tiene un buen lente zoom se disfrutan muchos más detalles. Como el Arco de Santa Catalina visto desde arriba entre los tejados de color de la ciudad colonial. Esta imagen fue capturada desde el mirador, más bien parece grabada con un drone a pocos metros de distancia.

Del Manchén a Cerro de la Cruz

Se llamaba originalmente Cerro del Manchén. La cruz es ahora un ícono del lugar, fue colocada en 1930 y el sitio se perfiló como un punto de contemplación de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala.

A pocos metros de la cruz en el cerro, se encuentra una pequeña plaza en honor al apostol Santiago, patrono de los conquistadores. En dicha plaza se celebran actividades cada 25 de julio. Existen senderos para caminatas y otros más aptos para bicicleta de montaña o trekking. El acceso es cómodo en vehículo o a pie desde La Antigua Guatemala.

Cómo llegar

Se ingresa por el final de la 1era Avenida Norte, una parte es asfaltada, otra empedrada y existe un tramo sin asfalto que es parte del entorno no modificado. Todas las vías y accesos están en excelente estado. La ruta sigue en ascenso por carretera hacia El Hato y luego hasta San Lucas y Chimaltenango.

Esta ruta se puede seguir para ingresar a La Antigua Guatemala comenzando desde la Carretera Interamericana, pasando San Lucas y luego cruzando en San Bartolomé. Desde ahi se sigue un agradable recorrido entre montañas, bosques y contínuos ascensos y descensos hasta llegar al Cerro de la Cruz y La Antigua Guatemala.

Es una ruta recomendada pero se debe tomar en cuenta que existen al menos dos ganchos (curvas pronunciadas) con notable inclinación de terreno, llevar frenos en buen estado siempre compresionando (frenando con motor).

Iglesia de Santo Domingo

La Iglesia de Santo Domingo de la Ciudad de Guatemala —también conocida como Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario— es un templo católico de estilo neoclásico sísmico que se encuentra en el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala. Fue construido a finales del siglo xviii y ha sido reconstruido en dos ocasiones: tras los terremotos de 1917-181 y tras el terremoto de 1976.

Terremotos de Santa Marta

Artículo principal: Terremotos de Santa Marta

En 1773 el suntuoso templo y convento dominico de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala fue reducido a escombros por el fuerte terremoto que asoló la ciudad en ese año;2 los dominicos fueron forzados a trasladarse a una nueva ubicación, siendo elegida para el efecto un área de 300 varas de norte a sur, por 400 de oriente a occidente en la Nueva Guatemala de la Asunción. La construcción no se inició de inmediato, pues siguiendo el lineamiento de las Reformas Borbónicas, las autoridades civiles españolas aprovecharon el terremoto para debilitar el poder político que las órdenes regulares tenían en ese entonces en la Capitanía General de Guatemala, y que había empezado a disminuir con la expulsión de los jesuitas de los territorios de la corona española en 1767.3

Construcción del templo

Templo de Santo Domingo en 1875. Fotografía de Eadweard Muybridge.

Debido a que el convento dominico quedó enteramente arruinado tras el terremoto, los frailes se trasladaron a la Nueva Guatemala de la Asunción en 1776, con la imagen de Nuestra Señora del Rosario, ya reparada, las imágenes procesionales del Santo Entierro, y unas cuantas imágenes que pudieron salvar de la ruina. En 1778 se calculó que iban invertidos 44,218 pesos y se calculó que se requerían otros 92,000 pesos para concluir la obra.4 A fin de agenciarse de fondos, los dominicos arrendaron sus molinos y la finca la Chácara al ciudadano Juan Capetillo por 150 pesos anuales, quien cayó en mora; luego lo arrendaron a Jacobo Vázquez por 125 pesos anuales, pero para 1819 el nuevo arrendatario también cayó en mora. La finca y dos de los tres molinos fueron arrendados finalmente por 350 pesos anuales a Sebastián Morales.5

El antiguo patio y atrio de la iglesia en Antigua Guatemala se arrendaron a Paulino González por 12 pesos anuales, y en la nueva capital, el templo y el convento se inauguraron con ayuda de fondos reales y de los esfuerzos de los dominicos, el 8 de noviembre de 1808; la inauguración del templo formó parte de las conmemoraciones de la coronación de Fernando VII.6 Como en la destruida ciudad, el complejo se componía de la iglesia, el convento, huertos y establos.7 Para la construcción de sus cimientos, utilizaron piedra extraída de las canteras de Las Vacas, material rescatado del convento destruido en Antigua Guatemala, miel de caña y leche de vaca provenientes de las haciendas «San Jerónimo» en la Verapaz, y «El Rosario», en Amatitlán—ambas propiedades de la Orden de Predicadores.7

Tras la independencia de Centroamérica

Artículo principal: Independencia de Centroamérica

La constitución del Estado de Guatemala promulgada el 11 de octubre de 1825 estableció los circuitos para la administración de justicia en el territorio del Estado; el barrio de la parroquia de Santo Domingo pertenía al circuito Sur-Guatemala junto con el barrio de la parroquia de Los Remedios, y los poblados de San Pedro Las Huertas, Ciudad Vieja, Guadalupe, PinulaArrazolalos PetapasMixcoVilla Nueva y Amatitlán.8

Expropiaciones

El 12 de abril de 1829, el estado de Guatemala, gobernado por el conservador Mariano de Aycinena y Piñol firmó el Convenio de Capitulación con el invasor general hondureño Francisco Morazán y fue enviado a prisión con sus compañeros de gobierno; en ese momento, Morazán garantizó la vida y propiedades de todos los conservadores miembros del Clan Aycinena y les ofreció pasaporte para salir del territorio a todo el que quisiera.9 Sin embargo, el 19 de abril por la tarde, Morazán citó a todos los miembros del Clan Aycinena entre, ellos varios dominicos, al Palacio de los Capitanes Generales, en donde tenía su cuartel.10Reunidos en un gran salón, de improviso entró la tropa invasora, quienes los obligaron a formarse y luego los escoltaron hasta el edificio de la Universidad, que Morazán había convertido en cárcel.11 Y el 20 de abril, Morazán, unilateralamente, anuló el documento, pues su principal objetivo era eliminar el poder de los criollos conservadores y la jerarquía de la Iglesia Católica en Guatemala, a quienes los criollos liberales detestaban por haber estado bajo su dominio durante la colonia española.12 El 21 de abril Morazán se constituyó en dictador de Guatemala y el 23 de abril hizo pública la anulación de la capitulación13

Posteriormente un boletín oficial reportó que en el osario de la iglesia de Santo Domingo encontraron en esos días varios fusiles que los dominicos escondieron para que no los confiscaran los liberales.14 Los dominicos fueron expulsados de Guatemala junto con las otras órdenes regulares;15 mientras que sus haciendas fueron rematadas a extranjeros y sus conventos expropiados. Los documentos eclesiásticos fueron confiscados entregados a la recién fundada Academia de Ciencias; entre ellos se descubrió el manuscrito original del Popol Vuh del fraile Francisco XiménezO.P..

Popol Vuh, Portada, Preámbul, Creación

El manuscrito del padre Ximénez contiene el texto más antiguo conocido del Popol Vuh. Está escrito de forma paralela en k’iche’ y español, como se ve en el recto y verso del primer folio.

En 1840, los conservadores retomaron el poder en Guatemala, de la mano del general campesino Rafael Carrera y Turcios, quien permitió a las órdenes regulares retornar al país, y les devolvió los conventos.16 De acuerdo al historiador guatemalteco Federico Hernández de León, los fusiles que habían escondido los dominicos en el osario de su iglesia son los fueron usados por las fuerzas de Carrera para repeler una segunda invasión de Morazán en 1840.14

El gobierno de Carrera se solidificó y en 1852 firmó un concordato con la Santa Sede, por medio del cual le entregó la educación a las instituciones eclesiásticas y se comprometió a respetar las propiedades de las mismas.17 La iglesia recuperó su poder en el país, aunque no así en el resto de la región centroamericana, en donde gobernaban predominantemente los liberales positivistas; estos esperaron hasta que muriera Carrera en 1865 para tomar el control en Guatemala y lo consiguieron el 30 de junio de 1871, cuando triunfó la Reforma Liberal liderada por Miguel García Granados y por Justo Rufino Barrios.

En 1872, el gobierno liberal expropió el convento dominico18 y en 1873 lo convirtió en el Conservatorio Nacional de Música de Guatemala.19 El Conservatorio cerró pocos años después debido a la falta de presupuesto del estado,20 y el convento se convirtió en la central de licores y ramos estancados.7

Terremotos de 1917-1918

Artículo principal: Terremoto de Guatemala de 1917

Entre noviembre de 1917 y abril de 1918 ocurrieron unos devastadores terremotos que destruyeron a la ciudad, incluyendo al templo y convento dominicos; el convento quedó en ruinas y fue desalojado tras su destrucción.7 El templo, por su parte, fue reconstruido por el Comité de la Restauración con el apoyo de las Asociaciones Dominicanas bajo la dirección de fray Pablo Sánchez, O.P..1

Poco tiempo después, el claustro menor del ex convento fue ocupado por las dependencias de la Dirección General de Rentas Internas, la Guardia de Hacienda y la Contraloría General de Cuentas, hasta que fue destruido por el terremoto del 4 de febrero de 1976.7

Volcán de Agua

El volcán de Agua, también conocido como Hunahpú por los mayas, es un volcán inactivo situado en el municipio de Santa María de Jesús en el departamento de Sacatepéquez en Guatemala, a pocos kilómetros de la ciudad colonial de Antigua Guatemala. Alcanza una altitud de 3760 msnm,1 y su última erupción data del Holoceno. En las faldas del volcán hay cultivos de café más arriba cultivos de maíz y cerca de la cima hay bosque virgen. En la cima se pueden hallar concentraciones de agua, en el área de concavidad del cráter, y repetidores de telecomunicaciones. La población más cercana a la cumbre es el pueblo de Santa María de Jesús, hasta donde llega la carretera, y de donde generalmente se inicia la ascensión. Para llegar a la cima existen veredas

El nombre español del volcán proviene de la corriente de agua y lodo que bajó en el año 1541 del volcán después de tres días de tormenta, destruyendo el segundo asentamiento de la capital de Guatemala, que se había establecido en donde se encuentra el moderno pueblo de Ciudad Vieja. Este hecho se recuenta en una novela del siglo xixLa hija del Adelantado, del escritor e historiador guatemalteco José Milla y Vidaurre.3

También existe la teoría de que el volcán habría estado activo hasta la llegada de Pedro de Alvarado y sus soldados en 1524, y desde entonces ha estado inactivo.

Los indígenas de la región lo conocían como el gran «Hunapú», uno de los dioses en la cosmovisión maya, en la religión original de los pueblos nativos de Guatemala. Los cakchiqueles en la región continúan llamándolo Hunapú, nombre que también le dieron los colonos españoles hasta la aludida devastación de la segunda Ciudad de Santiago de Guatemala. Próximos al coloso volcánico están los picos del volcán de Fuego, activo, y Acatenango, inactivo. A cierta altura había suficiente hielo como para que los indígenas lo transportaran en sus espaldas hasta Antigua Guatemala o Escuintla en bultos que pesaban hasta 75 kg, pero esto desapareció a principios del siglo xx con el arribo de los refrigeradores