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Villa de Merlo

Villa de Merlo, aire de relax

Reconocida internacionalmente por su microclima de cualidades sedantes, la ciudad de Villa de Merlo surge desde el fundamento de las Sierras de los Comechingones como Centro del Turismo Serrano Nacional. Con una ubicación estratégica en el circuito sanluiseño, ofrece a los visitantes esparcimiento y recreación en un bellísimo ambiente natural.

Villa de Merlo, San Luis, protege en su relieve montañoso a pequeños bosques y arroyos cristalinos donde la flora y la avifauna, propia de la zona, se convierten en atractivos que invitan al avistaje y el safari fotográfico. Parte significante del Valle de Conlara, la ciudad presenta este tipo de perspectivas incluso desde su casco urbano, donde su zona de mayor altura permite visualizar los majestuosos paisajes de este paso puntano y admirarse con sus magnitudes.

Posee una gran cantidad de circuitos alternativos y convencionales constituyen la propuesta de Villa de Merlo, tornando accesible al turista un aro iris de actividades que se extiende a lo largo de todo el año, abarcando desde la contemplación de espectaculares paisajes y el ansiado descanso, hasta las prácticas de turismo aventura, entre las que prevalecen trekking, rappel, montañismo, cabalgatas y parapentismo.

Una infraestructura hotelera y gastronómica de alto nivel, sazonada con exposiciones de artesanías, festividades tradicionales y espectáculos, consuma la oferta turística de esta ciudad puntana posibilitando una excelente estadía en su territorio.

El clima templado subhúmedo serrano de Villa de Merlo encuentra justificación en su posición alejada del litoral marítimo, mientras que la orientación norte- sur del cordón montañoso actúa como una verdadera barrera ante las corrientes de aire húmedo provenientes del Atlántico, favoreciendo a la zona con un aire ligeramente seco.

Temperaturas agradables (la media anual no supera los 20º C), condiciones climáticas pluviales adecuadas, humedad relativamente baja, vientos ideales, y un sensacional paisaje, convierten a Villa de Merlo en un lugar de fantasía, saludable, y benéfico para el funcionamiento del organismo humano.

La Florida

La Florida, lugar de sueños

La  localidad de La Florida pertenece al Circuito Turístico de las Sierras Puntanas, surcando ríos, arroyos, cerros, valles y quebradas, la región turística de las Sierras Puntanas se extiende en el centro- norte de la provincia de San Luis y despliega todo su encanto atrayendo magnéticamente a turistas inclinados por las más variadas preferencias. Escenario perfecto para la práctica de diversas actividades recreativas y deportivas, o para el simple disfrute de los privilegios naturales, este itinerario parte desde la capital provincial y recorre distintos parajes deleitando a los excursionistas.

Por su parte, la historia de La Florida comienza con los asentamientos aborígenes en la zona y la posterior llegada de los primeros europeos.

Ya en el Siglo XX, el espacio delimitado por los ríos Trapiche, Grande y Quinto, comenzó a ser elegido por los puntanos como centro de veraneo, construyéndose finalmente el Dique La Florida, en la confluencia de los cursos mencionados, y determinándose con esto el desarrollo de una villa turística.

El dique La Florida, con sus 600 hectáreas, es uno de los espejos de agua más hermosos que tiene la provincia para la recreación, destacándose las actividades náuticas, el buceo y la pesca deportiva. Una reserva de flora y fauna permite que el visitante se ponga en contacto directo con la naturaleza.

La Florida puede disfrutarse alojándose en cabañas, bungalows y campings, que junto a los clubes de pesca y caza que orillan el dique, ofrecen servicios de hospedaje y alternativas de aventura.

Para los amantes del trekking o las caminatas, La Florida resulta ideal por la gran cantidad de senderos que bordean el lago. La posibilidad de darle la vuelta es real, y es una de las actividades que más realizan los vecinos de la ciudad cuando llega la hora de la siesta.

La pesca del pejerrey es otra de las grandes pasiones de los puntanos. Con balancín, desde los paredones del dique, es posible ver a cientos de pescadores, tanto de día como de noche, tentando a la suerte.

La Florida es una alternativa perfecta, sólo hay que llegarse hasta allí.

El Trapiche

El Trapiche se siente en el corazón

El origen de esta villa veraniega retrotrae al 1792, año en que se firma en la ciudad de San Luis la escritura de arrendamiento por medio de la cual los herederos de Don José Sosa otorgan a Don José Rocha un terreno situado en el paraje denominado, hasta entonces, Las Tapias, y a la vera de un río de considerable caudal. Este acuerdo encontraba su fundamento en la necesidad de construcción de un “trapiche” para pulverizar el oro bruto que se extraía de las minas de La Carolina.

Lo que se trató en un principio de un Molino hidráulico destinado a moler minerales, vería luego el surgimiento de un Molino Harinero, y progresivamente el desarrollo de una villa que llevaría el nombre de El Trapiche, en memoria de su punto de surgimiento.

Por su parte, la historia de La Florida comienza con los asentamientos aborígenes en la zona y la posterior llegada de los primeros europeos. Ya en el Siglo XX, el espacio delimitado por los ríos Trapiche, Grande y Quinto, comenzó a ser elegido por los puntanos como centro de veraneo, construyéndose finalmente el Dique La Florida, en la confluencia de los cursos mencionados, y determinándose con esto el desarrollo de una villa turística.

El Trapiche asegura el disfrute pleno en sus aguas y ambientes naturales. Paisajes incomparables, entorno cálido, cordialidad, son apenas algunos de los múltiples aspectos positivos constituyentes de este encantador espacio de la provincia de San Luis.

Trekking por senderos a libre elección o conducidos por guías especializados; cabalgatas hacia El Mirador, Siete Cajones, Dique La Florida, Reserva Florofaunística, entre otros apasionantes destinos; paseos en cuatriciclos a pedal por los caminos de la zona; avistaje de cóndores en el Camino de las Sierras durante el verano; pesca de truchas en los ríos Trapiche y Grande; pesca de carpas y pejerrey en los embalses de la región; jornadas de camping en plena naturaleza; todo esto y mucho más hará de sus vacaciones en El Trapiche- La Florida un momento de sumo placer y diversión.

EL TOUR DE SAN LUIS

El Tour de San Luis es una carrera de ciclismo en ruta profesional que se disputa anualmente en el mes de enero en la Provincia de San Luis, en Argentina.

En Latinoamérica, es la competencia de categoría internacional más alta (2.1), siendo sólo superada en categoría por carreras .HC que se disputan en Estados Unidos. Compartió ésta categoría durante dos años con la Vuelta a Chihuahua pero trás la recalificación de ésta como un evento nacional, el Tour de San Luis quedó como la única carrera 2.1 de Latinoamérica, aunque actualmente comparte la categoría con el Tour de Alberta disputado en Canadá.

Se disputa desde 2007 y las dos primeras ediciones fueron de categoría menor (2.2) y de 5 etapas (una de ellas contrarreloj). Al subir de categoría se añadieron 2 etapas más, para un total de 7 etapas, manteniéndose una única etapa contrarreloj.

Además, de todas las competencias internacionales de ciclismo de ruta que se han disputado en Argentina es la única que ha alcanzado esa calificación.1

En el calendario ciclista internacional de la UCI, es una de las pruebas del UCI America Tour, y dentro de ellas una de las tres argentinas que se han incluido en el mismo, junto al Giro del Sol San Juan (sólo en 2009) y a la Vuelta Cíclística de la Provincia de Buenos Aires2 (carrera que nunca se llegó a disputar).

En los últimos años, el Tour de San Luis se ha convertido en el comienzo de temporada varios equipos UCI ProTeam y de varias figuras del pelotón internacional. Coincide en fechas con el Tour Down Under (primera carrera del UCI WorldTour a la que están obligados a participar), pero al ser ésta una carrera más propicia para esprínteres, muchos de estos equipos optan por mandar un equipo a San Luis con otro tipo de ciclistas. Es así que ciclistas como Alberto Contador, Vincenzo Nibali, Joaquim Rodríguez, Ivan Basso, Tom Boonen o Tejay Van Garderen han tomado parte de la carrera. De sólo 2 UCI ProTeams en las primeras ediciones se llegó a 12 equipos (de 18) en 2014.

Desde su primera edición dos etapas finalizaban en alto, en el Mirador del Potrero y en el Mirador del Sol.

POTRERO DE LOS FUNES

Potrero de los Funes
Comenzó como una pequeña villa veraniega para los vecinos de San Luis y otras ciudades importantes cercanas, se convirtió en uno de los destinos más espléndidos de la provincia puntana.

Ubicada a tan sólo 20 kilómetros de la capital, Potrero de los Funes posee uno de los embalses más hermosos de la región, al cual la mano del hombre se encargó de construirle un autódromo que lo rodea y lo hace único en su tipo.

El primer hotel de nivel internacional fue el del Automóvil Club Argentino, que se ubicó sobre una de las orillas del lago y se transformó en una de las postales más bellas de San Luis.

El tiempo logró que alrededor del embalse se instalara una pequeña población, cabañas, camping y algunas hosterías que además de brindar el servicio de alojamiento han conseguido darle actividad a Potrero de los Funes todo el año.

Para los amantes de la pesca deportiva del pejerrrey y de las truchas, el embalse es perfecto y quienes logran embarcarse pueden llegar hasta los mejores lugares. Incluso cuando hay carreras en el autódromo, desde el agua se obtienen excelentes vistas de los pilotos y sus autos.

Dueña de una geografía adecuada para realizar caminatas, safaris fotográficos y actividades náuticas, Potrero de los Funes es ideal para que el visitante la elija como destino durante sus vacaciones en la región serrana.

Durante el mes de febrero, la ciudad recibe al Carnaval de Río de Janeiro, siendo este evento uno de los más destacados

LA CAROLINA

Aquellos que tienen espíritu explorador y visitan la provincia de San Luis, tienen la oportunidad de realizar un exclusivo turismo minero, al visitar la mina de oro Buena Esperanza, en la localidad de La Carolina.

Para experimentar esta clase de excursiones, se debe recorrer los 80 km que separan a la capital puntana de La Carolina, tras recorrer el hermoso valle de Pancanta hasta el pie del cerro Tomolasta, de 2.018 metros sobre el nivel del mar.

Para llegar aquí se debe transitar la ruta provincial nº 9, con dirección norte.
Una vez en el pintoresco poblado, que parece estar ajeno al paso del tiempo, se debe contactar un operador local y de ese modo lograr acceder a las entrañas de las antiguas minas que, desactivadas, continúan arrojando sorpresas a sus visitantes.

La villa turística La Carolina data de 1792, año en que fue fundada por el entonces Marqués de Sobremonte, en honor a la esposa de Carlos III de España.

Este antiguo poblado tuvo su auge a mediados del siglo XIX, cuando un casual descubrimiento generó la más descabellada fiebre de oro que sufriera el país.

Muy pronto, la incipiente actividad minera generó que compañías inglesas y españolas llegaran hasta la región para extraer el oro que se albergaba en las montañas, eclipsando por completo la tradición pastoril y ganadera de la zona.

Alrededor de esta labor, comenzaron a construirse viviendas de piedra junto a calles angostas que culminaban en oscuros túneles, donde los mineros se adentraban en busca del preciado mineral.

PARQUE NACIONAL SIERRA DE LAS QUIJADAS

El Parque Nacional Sierra de las Quijadas está ubicado al noroeste de la provincia de San Luis. Se trata de una formación milenaria, con imponentes farallones y acantilados de color rojizo, con esporádicas manchas de vegetación, que conforman un inmenso anfiteatro natural. La fauna que se puede avistar son maras, zorros grises, pumas, guanacos y el pichiciego menor, un armadillo en peligro de extinción. Las aves como las martinetas, el águila mora, el vencejo de collar, cóndores, águila Coronada y Cardenal Amarillo, ambas en peligro de extinción por pérdida de hábitat y trampeo. En el pasado fué una región habitada por los indios Huarpes. Se ha comprobado la existencia de pterosaurios o reptiles voladores de hace 100 millones de años, habiendo huellas de pisadas de dinosaurios de hace 120 millones de años. por RN147 – 123 km.