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Arquitectura Colonial

Arquitectura Colonial

Cartagena de Indias, la Reina de Indias en época colonial y la Heróica durante la lucha por la independencia, es una ciudad que, en pleno siglo XXI, conserva todo su encanto y belleza: calles, casas, ventanas, balcones… hasta coches de caballos. Como si el tiempo, en lugar de avanzar, corriera hacia atrás, hacia su época gloriosa.Cita ineludible de cualquier viaje a Colombia, no podíamos dejar de pasar por ella y caer rendidos a sus encantos, como ya hizo en su momento Gabriel García Márquez, el nobel colombiano que sólo necesitó cruzar sus murallas para enamorarse de ella.

Cartagena de Indias debe su fundación a la importancia estratégica de su bahía, la más extensa del Caribe. Durante años fue el principal puerto del Nuevo Mundo, al que llegaba cada octubre la Flota de Indias, convirtiéndola en objetivo para piratas, corsarios y bucaneros. Este acoso hizo que sus dos únicas entradas por mar, Boca Grande y Boca Chica, se hicieran pasos inexpugnables. En Boca Grande se construyó una escollera, un muro bajo el nivel del mar que impedía entrar a los barcos. Boca Chica, en cambio, tenía que permitir la entrada de embarcaciones, pero tres fuertes protegían su acceso. Con la bahía más segura del Caribe, la ciudad quedaba protegida desde el mar, para la tierra se construyó una muralla alrededor de lo que hoy es el casco histórico.

El otro barrio con solera es Getsemaní. Allí era donde vivían los extranjeros, los esclavos y los libertos y a donde acudían los marineros en busca de diversión. Hoy en día conserva su carácter abierto y cercano, es fácil ver a sus vecinos sentados en las puertas de sus casas charlando animadamente por las noches.

Recorrer el casco histórico de Cartagena de Indias es pasar de impresionantes casas coloniales a iglesias con cientos de años de antigüedad; de preciosos balcones de madera a ventanas llenas de flores; de una calle adoquinada a un parque… sin olvidar sus puestas de sol desde la muralla.  Se aprecia el mimo y el cuidado de sus gentes en la conservación y mantenimiento de su patrimonio cultural, un patrimonio declarado de la humanidad por la UNESCO.

Murallas de Cartagena

Murallas de Cartagena

Las murallas fueron concebidas con el fin de proteger a Cartagena de Indias de los continuos ataques que sufría. Su construcción se llevó a cabo en etapas, comenzando en 1586 Bautista Antonelli, un ingeniero italiano al servicio de la Corona Española. Luego vendría en 1608 Cristóbal de Roda, quien fortificaría casi toda la parte de la ciudad que da al mar abierto.

De 1631 a 1633 le tocaría el turno a Francisco de Murga fortificando todo el barrio de Getsemaní. En 1669 al ingeniero Juan Betín le tocó la tarea de reparar las murallas destruidas por el mar en 1669. Las murallas fueron objeto de continuos embates por parte del mar y un reciente ataque del Barón de Pointis para que nuevamente Don Juan de Herrera y Sotomayor reinicie reparaciones. El Virrey de Villalonga ordena a Herrera construir cajones submarinos formando una escollera frente a las murallas destruidas, en 1721.

Otra escollera habría de ser construida en el trayecto comprendido entre la Punta Icacos (cerca al actual Hotel Caribe) y Tierrabomba por Antonio de Arévalo, el ingeniero de más renombre que haya trabajado en la ciudad. En 1796 se terminarían las obras del centro de la ciudad.

Las murallas de Cartagena - Aquí está el corazón de la ciudad

LAS MURALLAS DE CARTAGENA

El de las murallas de Cartagena fue un proyecto que duró casi dos siglos y que terminó en 1796 con el objeto de def

El de las murallas de Cartagena fue un proyecto que duró casi dos siglos y que terminó en 1796 con el objeto de defender la ciudad de posibles ataques piratas. El centro histórico está rodeado por 11 km de estos imponentes muros de piedra que se complementan con fortificaciones y baluartes, desde los cuales se puede observar el atardecer sobre el mar Caribe.

Fuerte de San Fernando

Esta fortificación se encuentra ubicada en la isla de Cárex o Tierrabomba, al frente de la Batería de San José, protegiendo el paso por el canal de navegación de Bocachica.

El fuerte de San Fernando fue construido en el siglo xviii, bajo la gobernación de don Ignacio Sala, quien se retiró del cargo por discrepancias con el ingeniero y director de la obra don Juan Bautista MacEvan.

En efecto, tanto MacEvan como Sala presentaron propuestas para la obra del fuerte, entre las cuales la Corona española prefirió la presentada por MacEvan. Triunfo que el ingeniero no pudo celebrar, puesto que para 1752, cuando se dirime el conflicto, ya MacEvan yacía en su tumba de la iglesia de la Orden Tercera de Cartagena.

De modo que el fuerte de San Fernando fue terminado en 1759 por el ingeniero Antonio de Arévalo, con considerables variaciones al plano original, que fueron introducidas por el nuevo director de obra, don Lorenzo de Solis.

La obra está construida en piedra casi en su totalidad:

«Piedra para hacer la cal por ser de buena calidad para ello, y para hacer obras de mampostería y cantería labrada, para cimientos, retretas y ángulos: y para moldurar [sic] en obra toscana, garitas y cosas semejantes, por ser franca y de color caña blanquisca [sic] de buen grano».

Antonio Arévalo, 1772. Tomado de Cartografía y relaciones históricas de ultramar y citado por Rodolfo Segovia Salas.

Los merlones (parte del parapeto para disparar cañones) y las garitas (torrecillas donde se apostaban centinelas) del fuerte de San Fernando desafían todo peligro externo y resguardan su interior con fuertes paredones.

Destacan en este fuerte: la plaza de Armas; la puerta de entrada; el baluarte de la Reina; la rampa; el foso húmedo o foso de los tiburones y la batería.

El fuerte de San Fernando es considerado una de las perlas de las construcciones militares hispánicas en el Nuevo Mundo. Se accede al lugar por vía marítima.

Torre del Reloj

Es la puerta de entrada al centro histórico, desde 1631, años más tarde fue destruida por el barón de Pointis y en 1704 fue reconstruida por el ingeniero Juan Herrera y Sotomayor. Delante de la torre, se encuentra una estatua de Pedro de Heredia, fundador de Cartagena.

Actualmente esta obra consta de tres puertas, aunque en un principio fue solo una y los espacios laterales servían de sala de armas y capilla.

Ubicación

Está ubicada entre las plazas de Independencia y la de los coches.

Cerro de la Popa

Los españoles que lo descubrieron en 1510 nunca se imaginaron ver una enorme galera que sobresalía del mar, por lo que lo llamaron Cerro de la Galera, y a la cima, «La Popa de la Galera». Posteriormente, los antiguos cartageneros también lo llamaron Cerro de la Cruz por la cruz que lo corona. Sobre su cima se encuentra una hermosa iglesia y convento colonial de la Orden de Agustinos Recoletos construidos entre 1609 y 1611. El claustro del convento de la Popa es uno de los más bellos de la ciudad colonial de Cartagena y de toda Colombia.

Parece ser que en los años de la Colonia existía en su cima un adoratorio Clandestino donde los indios y esclavos africanos adoraban a una deidad llamada «Buziriaco» o «Cabro Urí» que tenía apariencia de un macho cabrío. La leyenda cuenta que entonces fray Alonso de la Cruz Paredes, religioso de la Orden de Agustinos Recoletos, quién se encontraba apartado en el desierto de Ráquira (Boyacá), recibió en un sueño la orden de la virgen María de erigirle un monasterio en el lugar más elevado de una ciudad costanera. Fue así como el monje viajó hasta Cartagena y sobre el cerro de la Popa llevó a cabo la misión ordenada. A su llegada a la ciudad arrebató el cabro Busiraco y lo arrojó cuesta abajo. Desde entonces el sitio se conoce como el Salto del Cabrón y su culto fue reemplazado por el de la imagen venerada de la Virgen de la Candelaria, una pintura de origen colonial que representa a la virgen de raza negra y que hoy es patrona de la ciudad de Cartagena de Indias.

Se cree que la construcción del templo y convento de la Popa demoró mucho más de lo previsto por los continuos saboteos de Busiraco en forma de truenos, rayos, lluvias y vendavales. En época Colonial y hasta la abolición de la Esclavitud los negros africanos establecidos en la ciudad y sus alrededores tenían permiso de celebrar las fiestas de la Virgen de la Candelaria donde hacía demostraciones de sus celebraciones y donde surgió el ritmo musical de la cumbia.

El convento de la Popa dejó de ser habitado por los agustinos recoletos desde 1822 hasta 1963 a causa de la desamortización ordenada por las autoridades civiles. Pasado ese tiempo, los frailes pudieron recuperar su convento que siempre ha sido el Santuario de la Virgen de la Candelaria, Patrona de Cartagena, y su imagen, que se encuentra en el retablo dorado de la capilla, es muy venerada por el Pueblo de católico de la ciudad y alrededores. El Papa Juan Pablo II coronó canónicamente la Virgen el domingo 6 de julio de 1986 en su visita Apostólica a Cartagena

Castillo de San Felipe de Barajas

Castillo de San Felipe de Barajas

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El Castillo San Felipe de Barajas es una fortificación localizada en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias. Está situado sobre un cerro llamado San Lázaro y fue construido en 1657 durante a la época colonial española. Sufrió constantes ataques por parte de los ingleses y franceses, siendo el comandante francés Barón de Pointis quien tomara el castillo a mediados de 1697.

En 1984, la Unesco incluyó el centro histórico de la ciudad de Cartagena de Indias, el conjunto de sus fortificaciones y el castillo San Felipe de Barajas dentro de la lista de Patrimonio de la Humanidad. Se le considera una de las siete maravillas de Colombia, reconocimiento que le acredita como una de las más grandes estructuras construidas en territorio colombiano, luego de una encuesta realizada por el periódico El Tiempo. También hace parte del patrimonio histórico y cultural de Colombia, según el Ministerio de Cultura.

A lo largo de toda su historia, la fortificación militar ha sufrido varias remodelaciones con el fin de evitar su deterioro y mantener conservado un monumento importante, no solo para el pueblo cartagenero, sino también para toda Colombia. Hoy en día sirve como un atractivo turístico y es el lugar de importantes eventos y reuniones sociales. El 14 de abril de 2012, el castillo fue el escenario principal de la cena de bienvenida en la celebración de la VI Cumbre de las Américas.

La construcción del castillo San Felipe de Barajas dio comienzo en 1536 por militares españoles y esclavos africanos. Fue erigido con materiales propios de la época, como el ladrillo y la roca, y su ubicación geográfica (colina de San Lázaro) obedecía a una estrategia militar, debido a la excelente elevación del terreno (cuarenta metros sobre el nivel del mar). Gracias a esta considerable altura, se divisaba cualquier movimiento del enemigo y por consecuencia, se maximizaba el tiempo de reacción ante cualquier intento de invasión. La edificación del fortín supuso la protección de la ciudad de Cartagena de Indias contra los ataques de los franceses comandados por de Pointis en 1697 y de los ingleses liderados por el militar Edward Vernon. En 1741 al jefe inglés se le encomendó la misión de atacar y destruir la ciudad acompañado de una tropa que excedía los 27 000 soldados, junto con 186 buques y 2000 cañones, mientras que el militar español Blas de Lezo (su verdugo y protector de la ciudad) se defendió solo con 3600 hombres y seis buques.

A pesar de la guerra desatada y de la desventaja militar, el comandante español logró someter y juzgar a Vernon y a todas sus tropas. Luego de la confrontación, Vernon se alejó del sitio y exclamó contra Lezo: «God damn you, Lezo! (¡Que Dios te maldiga Lezo!)», mientras que éste le replicó: «Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque esta solo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres».