Turismo en San Jose, Costa Rica

San Jose Costa Rica se encuentra en el centro del país, en el Valle Central y está rodeada de hermosos bosques nubosos virgenes. Sirviendo como centro de operaciones para el resto del país, San José es el lugar prefecto para utilizar como punto de salida para hacer turismo en todo Costa Rica. Con el Aeropuerto Internacional Juan Santamaria a sólo 20 minutos del centro de San José, hay un montón de empresas turisticas de autobúses radicadas aqui que corren todo Costa Rica.

 

El centro de San Jose Costa Rica es la parte más concurrida de la ciudad. Con un laberinto de calles y avenidas, aquí se pueden encontrar la mayoría de los museos de la ciudad, así como una serie de hoteles, parques y plazas. Un gran numero de compañías de turismo, restaurantes y hoteles también se pueden encontrar en San Jose, con la terminal de autobuses de la Coca Cola justo al norte de la Avenida Central.

El centro de la ciudad de San Jose Costa Rica es bastante pequeño y al mismo tiempo es uno de los lugares más frecuentados de la ciudad, tenga presente que usted se encontrará con congestiones vehiculares acompañadas de mucho ruido. Pero no deje que esto lo detenga, ya que esta parte de la ciudad es el centro de San José. Las calles y avenidas aquí estan por lo general llenas de peatones y de tráfico, así que la mejor manera de explorar esta zona es a pie

Visite el Museo de Arte Contemporaneo en el CENAC o vaya de tour al Museo de Jade en el Instituto Nacional de Seguros. Si tiene niños, un gran lugar para visitar es el Zoologico Simon Bolivar en la Avenida 11 o el Museo de los Niños en Calle 4. Para conocer de cerca y de manera mas personal a los habitantes de esta ciudad, visite los Mercados locales como el Mercado Central en la Avenida Central.

Teatro Nacional

El Teatro Nacional de Costa Rica es el principal teatro del país con la misión de promover la producción de las artes escénicas de alto nivel artístico y conservar para el uso del público, esta valiosa infraestructura  Declarada Monumento Nacional, según Ley Nº 3632, publicada en La Gaceta Nº 292 del 24 de diciembre de 1965, de carácter estatal; como una de las obras arquitectónicas más importantes del país.

Este Teatro fue inaugurado el 21 de octubre de 1897, con la ópera Fausto de Gounod; en su edificación con estilo arquitectónico donde predomina el eclecticismo.

 

Los espectáculos que suelen realizarse son principalmente de teatro, danza o musicales que cuenten con un alto nivel artístico.

  • Misión

Ser una institución que promueve la producción de las artesescénicas de alto nivel artístico y conserva para el uso del público el Teatro Nacional de Costa Rica como Monumento Histórico.

  • Visión

Fortalecer y diversificar la oferta de las Artes Escénicas, con prácticas de mejora continua, en todas sus áreas para capturar un público más amplio que valore el patrimonio histórico que constituye el Teatro Nacional de Costa Rica.

La construcción del Teatro Nacional se inició en enero de 1891, una vez que el Decreto N° XXXIII del 28 de mayo de 1890 ordenara su construcción, declarándola como «obra nacional»; cuando la ciudad de San José tenía no más de 20.000 habitantes. El teatro, como representación artística está presente en Costa Rica desde el periodo colonial, determinado por los temas religiosos, con elencos únicamente de varones, que se desarrollaba en espacios predominantemente privados, sin que se llegara a concretar el establecimiento de una sala de teatro. Con la independencia (1821) y la construcción de un creciente Estado que involucraba a diversos actores sociales y bajo el norte de un Estado que alcanzara el «progreso», es que durante la administración de Juan Rafael Mora Porras (1849-1859) se llega a edificar el Teatro Mora, de carácter público, el cual fue concentrando la presentación de eventos artísticos (dentro del ámbito urbano); el que pasa a denominarse Teatro Municipal una vez derrocado don Juanito Mora. Este lugar logró por muchos años suplir la necesidad de espectáculos del pueblo costarricense; pero poco a poco se deterioró hasta que llegó a cerrarse en 1888 cuando un terremoto terminó por destruirlo.

Vista de la sala del teatro desde el escenario.

El presidente José Joaquín Rodríguez Zeledón (1890-1894), retoma la inquietud que muchos sectores de la población costarricense sintieron durante décadas, la de contar un teatro que disfrutara de condiciones adecuadas para que se realizaran en él espectáculos de la más alta calidad artística. Para financiar esta obra el Tesoro Público debió invertir la cantidad de 200.000 pesos, los cuales serían retribuidos mediante el establecimiento de un impuesto de 20 centavos sobre cada 46 kilogramos de café que se exportara; tasación que finalizaría cuando el edificio se completara. (Decreto N° XXXIII del 28/5/1890). Transcurridos unos meses desde el inicio de la construcción, el dinero previsto se había agotado y la obra era incipiente, razón por la que el presidente Rodríguez Zeledón emitió un nuevo Decreto, N° XCVII del 29 de diciembre de 1892, que dictó dar continuidad al impuesto ya decretado, dado que fueron insuficientes los doscientos mil pesos iniciales. Sin embargo, quince meses después se publicó un tercer Decreto, N° XIII del 20 de mayo de 1893, el cual suprimió el impuesto sobre la exportación de café y lo sustituyó, creando uno nuevo sobre el muellaje sobre mercancías generales importadas, en un centavo por kilogramo. De acuerdo con el gobierno central, resultaba necesario el cambio de la imposición porque el impuesto al café exportado solamente «grava á parte de los contribuyentes y afecta la principal producción del país…» (Decreto N° XIII del 20/5/1893). Considerando que entre mayo de 1890 y mayo de 1893 se recaudaron un total de 132.873,39 pesos se deriva que los cafetaleros únicamente aportaron un 4.42% del costo total de la construcción y ornamentación del Teatro Nacional; siendo la totalidad de los costarricenses (con un impuesto a los productos importados) quienes aportaron un 95,58%; desmitificándose de esta manera que el Teatro Nacional fuera edificado con el aporte único y total de los grandes cafetaleros

Museo del Jade

Museo del Jade, el nombre del museo se debe al Lic. Marco Fidel Tristán Castro, ex-presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Seguros y uno de los principales impulsores en rescatar el legado del arte precolombino costarricense, haciéndolo accesible a todos los costarricenses.

Bajo el impulso del licenciado Tristán, el INS comienza a adquirir, a partir de 1971, gran cantidad de piezas arqueológicas a varios coleccionistas nacionales, amparándose en la promulgación de la ley No 4809 del 29 de julio, que impulsaba a las instituciones públicas a fomentar la cultura nacional.

Para 1973, el INS había adquirido 470 piezas, cantidad que se incrementa por la ley No 5176 que estimula a las instituciones públicas a consignar partidas específicas para, entre otras actividades de tipo cultural, adquirir piezas arqueológicas, destacándose entre estas la gran cantidad de objetos de jade en manos de coleccionistas costarricenses. El jade precolombino costarricense, en esta época, era un arte prácticamente desconocido para el público nacional, a la vez que existían pocos expertos en esta rama de la arqueología costarricense, por lo que el museo comienza a especializarse en este material. Ese mismo año, el INS adquiere una valiosa colección de 1092 piezas de jade, y un año después se adquiere otra valiosa colección de 250 piezas perteneciente a Carlos Balser, importante investigador del jade precolombino mesoamericano. En dicha colección existen varias piezas de procedencia olmeca y maya. Más adquisiciones importantes se dan en los siguiente años, entre 1977 y 1981.

Conforme la colección de jade del INS crece, a partir de 1975 se inician los preparativos para construir el museo, que se concreta dos años después, de la mano de importantes arqueólogos e investigadores nacionales como Carlos Humberto Aguilar, Dr. Michael Snarkiss, Carlos Balser, Zulay Soto Méndez y otros. El museo finalmente abre sus puertas el 31 de octubre de 1977, con el nombre de “Colección Arqueológica del Instituto Nacional de Seguros”, cambiándose a Museo del Jade en 1979, y en 1984, como homenaje a su principal impulsor, se le agrega el nombre del Lic.Tristán Castro.

En 1999, el museo debió cerrar 20 meses por trabajos de remodelación, reinaugurándose el 30 de octubre de 2000, permitiéndose un giro conceptual del museo para exhibir una mayor cantidad de objetos, principalmente las piezas de jade.

En 2014, se concluyó la construcción de un moderno edificio de cinco pisos, con un costo de $21 millones de dólares, que alberga la colección completa del museo y permite la exposición de la totalidad de las piezas arqueológicas, lo que lo hace único con respecto a otros museos de San José. Su diseño es obra del arquitecto costarricense Diego van der Laat. El edificio del Museo del Jade ocupa 6970 m2, y su desarrollo conceptual es el de un bloque de jade en bruto, extendido en dos partes, lo cual permite la entrada de la luz en la zona central del edificio. Consta de cinco pisos, cada uno de los cuales alberga una sala, excepto el tercero, que tiene dos. Posee un sistema especial de ventilación y fue pensado para que trabaje de la mano con el medio ambiente. Cuenta con una sala de exhibiciones temporales, auditorio completamente equipado, aulas para actividades académicas, cafetería, tienda y guardarropa. Fue inaugurado el 5 de mayo de 2014, aunque fue abierto al público hasta el 26.

Por más de 30 años, el Museo del Jade ha llevado a cabo su gestión a través de innumerables actividades de orden musepistico, como oferta cultural para el público nacional e internacional, que abarcan exposiciones dentro y fuera del país, talleres, ciclos de conferencias, investigaciones científicas y publicación de libros especializados sobre sus colecciones, además de programas educativos dirigidos a diferentes niveles de enseñanza.

En este Sitio encontrarás información de las Bellezas de San Jose, Costa Rica