Bajo el impulso del licenciado Tristán, el INS comienza a adquirir, a partir de 1971, gran cantidad de piezas arqueológicas a varios coleccionistas nacionales, amparándose en la promulgación de la ley No 4809 del 29 de julio, que impulsaba a las instituciones públicas a fomentar la cultura nacional.
Para 1973, el INS había adquirido 470 piezas, cantidad que se incrementa por la ley No 5176 que estimula a las instituciones públicas a consignar partidas específicas para, entre otras actividades de tipo cultural, adquirir piezas arqueológicas, destacándose entre estas la gran cantidad de objetos de jade en manos de coleccionistas costarricenses. El jade precolombino costarricense, en esta época, era un arte prácticamente desconocido para el público nacional, a la vez que existían pocos expertos en esta rama de la arqueología costarricense, por lo que el museo comienza a especializarse en este material. Ese mismo año, el INS adquiere una valiosa colección de 1092 piezas de jade, y un año después se adquiere otra valiosa colección de 250 piezas perteneciente a Carlos Balser, importante investigador del jade precolombino mesoamericano. En dicha colección existen varias piezas de procedencia olmeca y maya. Más adquisiciones importantes se dan en los siguiente años, entre 1977 y 1981.
Conforme la colección de jade del INS crece, a partir de 1975 se inician los preparativos para construir el museo, que se concreta dos años después, de la mano de importantes arqueólogos e investigadores nacionales como Carlos Humberto Aguilar, Dr. Michael Snarkiss, Carlos Balser, Zulay Soto Méndez y otros. El museo finalmente abre sus puertas el 31 de octubre de 1977, con el nombre de “Colección Arqueológica del Instituto Nacional de Seguros”, cambiándose a Museo del Jade en 1979, y en 1984, como homenaje a su principal impulsor, se le agrega el nombre del Lic.Tristán Castro.
En 1999, el museo debió cerrar 20 meses por trabajos de remodelación, reinaugurándose el 30 de octubre de 2000, permitiéndose un giro conceptual del museo para exhibir una mayor cantidad de objetos, principalmente las piezas de jade.
En 2014, se concluyó la construcción de un moderno edificio de cinco pisos, con un costo de $21 millones de dólares, que alberga la colección completa del museo y permite la exposición de la totalidad de las piezas arqueológicas, lo que lo hace único con respecto a otros museos de San José. Su diseño es obra del arquitecto costarricense Diego van der Laat. El edificio del Museo del Jade ocupa 6970 m2, y su desarrollo conceptual es el de un bloque de jade en bruto, extendido en dos partes, lo cual permite la entrada de la luz en la zona central del edificio. Consta de cinco pisos, cada uno de los cuales alberga una sala, excepto el tercero, que tiene dos. Posee un sistema especial de ventilación y fue pensado para que trabaje de la mano con el medio ambiente. Cuenta con una sala de exhibiciones temporales, auditorio completamente equipado, aulas para actividades académicas, cafetería, tienda y guardarropa. Fue inaugurado el 5 de mayo de 2014, aunque fue abierto al público hasta el 26.
Por más de 30 años, el Museo del Jade ha llevado a cabo su gestión a través de innumerables actividades de orden musepistico, como oferta cultural para el público nacional e internacional, que abarcan exposiciones dentro y fuera del país, talleres, ciclos de conferencias, investigaciones científicas y publicación de libros especializados sobre sus colecciones, además de programas educativos dirigidos a diferentes niveles de enseñanza.