El primer tren llegó al Ecuador en 1908 y se encuentra en la estación de tren de Chimbacalle, en el sur de Quito. Al mirar las máquinas, los visitantes no dejan pasar la ocasión para tomarse una foto. Este medio de transporte logró unir la Sierra y la Costa, como era el anhelo más sentido del general Eloy Alfaro.
Las puertas en Chimbacalle permanecen abiertas todos los días desde las 08:00 hasta las 16:30. Desde la estación se puede dirigir hacia Machachi, Latacunga y El Boliche.
Un paseo en tren de un día a El Boliche o la oportunidad de viajar de la Sierra a la Costa en solo 4 días, es uno de los atractivos más importantes a realizar desde Quito.
Ruta: Quito – El Boliche – Machachi – Quito
La aventura de un día inicia en la estación de Chimbacalle. Los volcanes de la cordillera de los Andes: Pichincha, Atacazo, Pasochoa, la Viudita, Rumiñahui acompañan al tren en la ruta. La vía desciende por las “selvas de Panzaleo” que prestaron madera para las iglesias de Quito, atravesando pastizales, cultivos y haciendas. En Tambillo y Machachi se puede disfrutar de la gastronomía y cultura de los chagras. En El Boliche, a los pies del Cotopaxi, se descubre la flora y fauna para luego iniciar el retorno.
Ruta: Sierra – Costa
Para viajeros con más tiempo, desde Quito sale el Tren de las Maravillas hacia Guayaquil que toma 4 días. A bordo del Tren Crucero se puede descubrir las maravillas de Ecuador, reconocido como el Mejor Tren de Lujo en América del Sur en 2014, 2015 y 2016. Modernas máquinas y antiguas locomotoras a vapor bellamente restauradas mueven un convoy de coches de lujo, colonial y estilo republicano, con capacidad máxima para 50 pasajeros, lo que garantiza un servicio personalizado para todos.
La cocina ancestral es parte integral de la fascinante experiencia cultural de este viaje, gracias a la variedad y diversidad de ingredientes que se encuentran a lo largo de la ruta.