Yaxhá

Yaxhá o destino místico de Petén, ubicado en el corazón de la Reserva de la Biósfera Maya con más de 500 construcciones, por lo que fue declarado Monumento Natural y Cultural del País.  Yaxhá se encuentra rodeado por una laguna del mismo nombre, que lo hace un paisaje mágico y excepcional a la vista del visitante, aunque mantiene la mayor parte del tiempo un clima caluroso.

Yaxhá significa «agua verde», y aquí el visitante encontrará un lugar maravilloso para acampar a las orillas de la laguna, en donde habitan 22 especies de peces, como el pez blanco, así como anfibios, serpientes, tortugas, lagartijas y cocodrilos, los cuales se mantienen alejados de los visitantes, y una selva húmeda tropical espesa que es habitada por una fauna salvaje exuberante. De esta forma se puede experimentar una vivencia cercana con la madre naturaleza, con extraordinarios amaneceres, cantos de aves y los gritos de los monos aulladores.

Los edificios en Yaxhá son similares a los de Tulum, en Yucatán, México. Se accede desde El Remate, punto donde finaliza el Lago Petén Itzá, camino a Tikal. La carretera es de terracería y transitable todo el año. Desde el Templo No. 216, que es el monumento más alto y más importante del sitio, se aprecia la selva y las lagunas de Yaxhá y Sacnab. De acuerdo a la restauración y pruebas de Yaxhá de sondeo efectuadas fue descubierta una cámara muy importante estucada en su totalidad y conteniendo varias ofrendas las cuales fueron saqueadas días después de su descubrimiento.

El sitio natural de Yaxhá cuenta con más de 500 edificios monumentales. Con enormes plazas, calzadas, una acrópolis y un juego de pelota, complejos de conmemoración astronómica, una plaza conmemorativa con pirámides gemelas y estelas esculpidas del Periodo Clásico Tardío.

En el parque se conservan importantes recursos de agua (lagunas, arroyos y aguadas), algunas de ellas construidas por los Mayas. Este gran diversidad de aves, mamíferos, reptiles e insectos, y una exuberante flora muy variada.

Los Mayas observaron el paso del sol, desde el amanecer hasta el ocaso, así como su ubicación en el cenit. Los arreglos de plaza que se configuran en los Complejos Astronómicos Mayor y Menor de Yaxhá (Plazas F y C), refieren la forma en que se valieron de la arquitectura para marcar las posiciones del sol, en especial durante los solsticios y equinoccios. El control del tiempo fue esencial para el diseño de los calendarios agrícola y ceremonial.

Yaxhá produjo objetos cerámicos para usos ceremoniales y domésticos, con formas y estilos variados. En el período Clásico destacó la producción de platos, vasos y cuencos con diseños polícromos que representan escenas míticas o históricas. Existen vasijas con glifos que relatan el uso ritual que tuvieron y el nombre del artesano que las produjo.