La bodega Concha y Toro es la principal productora y exportadora de vinos de Latinoamérica y una de las 10 mayores compañías de vino en el mundo.
Ha alcanzado reconocimiento popular principalmente por sus vinos Casillero del Diablo y Don Melchor. A partir de la Temporada 2010-2011 de la Premier League de Inglaterra es uno de los auspiciadores del Manchester United FC.
Sin lugar a dudas, Casillero del Diablo ha hecho famoso a Concha y Toro en todo el mundo. Pero no es solamente el vino y su reconocida calidad la que ha logrado cautivar a muchos consumidores, sino que también lo es su leyenda, tan potente y atractiva, que permite que esta marca sea ya una tradición en la industria del vino chileno.
La leyenda cuenta que Don Melchor Concha y Toro – asesorado por los principales expertos franceses de la época – inició en 1883 la producción de vinos de alta calidad, los cuales guardaba en su bodega personal. Muy pronto la excelencia de los vinos que ya producía se hizo famosa y comenzó a tener el problema de que algunos inquilinos ingresaban sigilosamente a su bodega personal para robarle vinos de su colección. Ingeniosamente, Melchor Concha y Toro difundió entre los trabajadores de la viña el rumor de que el Diablo se aparecía por esa bodega, mito a través del cual logró poner a salvo sus mejores vinos y de paso sirvió para dar vida a unas de las leyendas más potentes de la industria mundial.
Esta bodega tiene una sola puerta y varios respiraderos, por donde seguramente se deslizaban los extraños. Desde ahí hasta al suelo hay 14 metros de distancia.
El edificio ha resistido sin daño el paso del tiempo. Ni una sola grieta han abierto en él temblores ni terremotos, gracias a su construcción de “Cal y Canto”, típica en Chile de los siglos XVIII y XIX. Para unir los ladrillos se empleaba una mezcla de cal, arena y clara de huevo y algo de sangre, según dicen. La técnica que se utiliza combina los ingredientes para adherir los ladrillos, los que van generando una estructura mayor junto a enormes arcos interiores.
En este lugar, la temperatura apenas varía. Catorce grados en invierno, dieciséis en verano y sin equipos de climatización. El suelo es de maicillo y se riega cada semana, para conservar alta la humedad que varía entre 70% y 100%.