La Catedral de San José se encuentra en el centro de La Antigua Guatemala, y es un distintivo arquitectónico e histórico de la ciudad colonial.
Historia
La Parroquia de San José, ubicada en la ciudad de Antigua Guatemala, forma parte de la Arquidiócesis de Guatemala y está ubicada en una sección de la antigua Catedral Primada de Santiago de los Caballeros, que fuera destruida por los Terremotos de Santa Marta.
La primera edificación de la Catedral de San José fue iniciada el año de 1545 con los escombros traídos del destruido asentamiento en el valle de Almolonga, el cual había sido un segundo intento de fundar una localidad en la región.
Su completa construcción fue entorpecida por los frecuentes sismos a lo largo de los años. El 7 de abril de 1669 el templo fue demolido y un segundo santuario sería inaugurado en 1680 bajo la dirección de Juan Pascual y José de Porres, existiendo también constancia de que en su reconstrucción trabajó el ingeniero e imaginero español Martín de Andújar Cantos.
La catedral de Santiago tuvo tres construcciones; la última de ellas se consagró en noviembre de 1680 y fue obra del maestro Joseph de Porres. En 1718, tras los terremotos de San Miguel, Diego de Porres reparó las bóvedas, los arcos, el cimborrio, el segundo cuerpo y la fachada.
El rango de catedral lo obtuvo en 1743, constituyéndose, probablemente, como la más lujosa de Centroamérica en ese tiempo. El altar mayor se encontraba en pie bajo una cúpula, sostenida por diez y seis columnas forradas de carey y decorada con medallones de bronce primorosamente trabajados. Sobre la cornisa estaban colocadas la imagen de la Virgen María y de los doce Apóstoles, fabricados de marfil.
Catedral de San José
En 1804, el arzobispo Peñalver y Cárdenas decidió crear la parroquia de El Señor San José en Antigua Guatemala, la cual incorporó a tres parroquias provisionales que funcionaban en las antiguas iglesias de Candelaria, San Sebastián y Los Remedios.
Los bienes de La Candelaria fueron trasladados al edificio de la antigua Universidad de San Carlos Borromeo, y la iglesia abandonada. La nueva parroquia recibió entre los bienes de la Candelaria una imagen del Señor del Descendimiento, la cual es venerada en la parroquia desde entonces.
En 1806, el prebítero Rafael José Luna, cura de San José, tuvo la idea de utilizar las ruinas de la antigua catedral como parroquia; en 1814 el cabildo eclesiástico resolvió aceptar la petición y en 1819 se iniciaron algunos trabajos de remodelación del edificio, derrumbando partes arruinadas, como los campanarios. Los trabajos se detuvieron por un tiempo, hasta que se reiniciaron en 1832.
Al terminar los trabajos, la parroquia de San José se trasladó del antiguo edificio de la Universidad de San Carlos a la antigua catedral, en donde ha estado desde entonces. Los retablos que tiene esta nueva parroquia no son los originales de la catedral: fueron elaborados en 1856.