Arco Santa Catalina
El Convento de Santa Catalina Virgen y Martir inició sus labores en Guatemala con su espíritu de reclusión, es decir, las monjas vivían su día a día separadas del mundo. El número de miembros creció tanto que la construcción no era lo suficientemente grande así que pidieron permiso para ocupar la parte del frente.
La construcción de un túnel era una solución para evitar ser vistas al pasar de un lado al otro, pero finalmente se decidió construir una pasarela, un corredor en forma de arco, lo que dio origen al Arco Santa Catalina.
La construcción del Arco Santa Catalina comenzó en 1693, ochenta años después de iniciada la construcción del convento. Sufrió daños con los terremotos de la época pero la estructura permanece en pie hasta la fecha en excelentes condiciones.
Posee un reloj en su parte alta, marca Lamy Amp Lacroix, de origen francés. A la fecha lo que era el convento de las monjas de Santa Catalina es ahora un hotel colonial.