Panamá La Vieja

Panamá La Vieja o Panamá Viejo es el nombre que recibe el sitio arqueológico donde estuvo ubicada la ciudad de Panamá desde su fundación en 1519, hasta 1671. Favorecida por su ubicación estratégica, Panamá se convirtió pronto en un importante puerto por el que pasaba gran parte del oro y la plata enviados desde América hacia la Metrópoli. Su número de habitantes crecía constantemente y del mismo modo crecían sus edificaciones, la mayor parte de las cuales eran de madera; aunque los edificios gubernamentales, las iglesias y los conventos estaban hechos con piedras. La prosperidad de la ciudad atrajo el interés de los piratas. Un grupo de ellos, comandado por el inglés Henry Morgan, la incendió y saqueó en 1671, dejándola en ruinas.

De la ciudad original, considerada como el primer asentamiento europeo en la costa pacífica de América, quedan hoy varias ruinas que conforman este sitio arqueológico. En busca de una nueva ubicación, que permitiera la construcción de un mejor sistema defensivo, Panamá La Vieja fue trasladada a una península cercana, ubicada unos 10 km más al suroeste, en lo que hoy es considerado como el Casco Viejo de la ciudad de Panamá. El sitio original estuvo abandonado por varios años, hasta que sus ruinas fueron paulatinamente recuperadas. Panamá La Vieja fue declarado como Monumento Histórico en 1976.

La Unesco lo declaró como Patrimonio de la Humanidad en el 2003. En la década siguiente, 1950, el gobierno nacional construye la Vía Cincuentenario con la intención de que al pasar por allí, los panameños apreciaran el monumento. En 1995, se creó el Patronato de Panamá Viejo, una fundación sin ánimo de lucro, que por varios años ha venido trabajando en la restauración y acondicionamiento del lugar. El sitio se ha convertido en una de las atracciones turísticas más populares de la ciudad.