La región de la Chiquitanía debe su nombre genérico a la provincia de Chiquitos por los habitantes originarios de la zona, los Chiquitos o Chiquitanos. En ese lugar se establecieron las Misiones Jesuíticas a partir de la segunda mitad del siglo XVII (desde 1691 hasta 1760).
Quedan como un legado extraordinario porque son las únicas misiones jesuíticas en Sud América que no fueron destruidas luego de que los jesuitas fueran expulsados de las colonias españolas. No se tratan de ruinas sino de pueblos vivos, con gente que sigue yendo a misa en las mismas iglesias majestuosas, a disfrutar de los mismos conciertos de música barroca, como lo hacían entonces cuando los jesuitas regían las misiones hace tres siglos atrás.
Las majestuosas iglesias diseñadas por el arquitecto y músico jesuita suizo Martín Schmidt han sido declaradas por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad