Sebastian de Belalcazar

Monumento a Sebastián de Belalcázar

Monumento a Sebastian de Belalcazar

Monumento a Sebastián de Belalcázar

Es un monumento pedestre que se realizó como homenaje al conquistador Sebastián de Belalcázar, quien fundó a Santiago de Cali en 1536 y se trata de uno de los monumentos más icónicos de la ciudad.

El monumento consiste en la imagen del conquistador realizada en bronce fundido, con la mano derecha señalando al occidente, es decir, hacía el Pacífico, y con la mano izquierda sosteniendo su espada Tizona. La figura del conquistador reposa sobre un pedestal en el cual se encuentra grabado el escudo de armas de Santiago de Cali y una placa con la dedicatoria. Todo el monumento se encuentra dentro de una plazoleta alojado sobre la colina que lleva el nombre del conquistador.

Historia del Monumento a Sebastián de Belalcazar

Con motivo del cuarto centenario de la fundación de la ciudad de Santiago de Cali, la Junta del IV centenario adelantó labores para crear un monumento en honor a Sebastián de Belalcázar, fundador de la ciudad. En 1935 se estableció contacto con Victorio Macho, escultor español de gran renombre por la época. El costo del monumento fue de 40 000 pesetas (Moneda española de aquella época), el cual fue incluido dentro del presupuesto departamental.

La escultura fue elaborada en su totalidad en España, de donde fue trasladada por barco hasta Buenaventura, y de allí se transportó a lomo de mula hasta Cali. Una vez en la ciudad, la escultura fue ensamblada y emplazada sobre un pedestal.

La inauguración del monumento tuvo lugar el 25 de julio de 1937, un año después del cuarto centenario de la ciudad, produciéndose bajo el gobierno de Tulio Enrique Tascón durante una ceremonia realizada en el Salón del Consejo de la ciudad. Mario Carvajal, representante del Cabildo, fue el encargado de recibir el monumento de parte de Demetrio García Vásquez, secretario de agricultura y fomento por ese entonces.

Durante mucho tiempo, en especial en 1953, se pensó en trasladar la estatua a un lugar más visible, pues se consideraba que su ubicación no era la más adecuada para el monumento más insigne de la ciudad, sin embargo, dicho traslado nunca se llevó a cabo con lo que sigue ubicado en el mismo lugar hasta hoy en día, donde se ha convertido en un importante lugar turístico y mirador desde el cual se puede observar gran parte de la ciudad