El Arco de Santa Catalina es uno de los lugares más reconocidos en la ciudad de Antigua Guatemala. Ubicado al norte del Parque Central, el Arco de Santa Catalina es no solo un ícono de La Antigua Guatemala sino un punto de referencia para ubicarse en la ciudad.
El carácter del Convento de Santa Catalina Virgen y Mártir, era de reclusión, lo que significa que sus internas evitaban tener contacto con las personas de la ciudad en general. El convento fue ganando adeptas gradualmente y con su crecimiento se hizo necesario ocupar una parte de la cuadra ubicada al frente.
Esto significaba un problema, pues no tenían ninguna intención de cruzar por medio de la calle.
Por esto, el Arco de Santa Catalina nace más por la necesidad de no ser vistas mientras cruzaban hacia el resto del convento, y es así como se inicia su construcción en el mes de julio de 1693. Los terremotos de Santa Marta de 1773 afectaron a esta parte de la ciudad.
En un inicio el Arco de Santa Catalina no contemplaba el reloj que puede apreciarse hoy en día; éste fue colocado en la década de 1890. El reloj fue dañado durante el terremoto de 1976 y dejó de funcionar, pero fue reparado y puesto en marcha de nuevo en 1991. Era necesario darle cuerda cada tres días, data de finales del siglo XIX y es francés, de marca Lamy Amp Lacroix.
Actualmente el convento se ha convertido en el Hotel Convento de Santa Catalina Mártir y la calle es conocida popularmente como la «Calle del Arco«. En ella se celebra el final del año y llegada del año nuevo, presentando una variedad de espectáculos culturales que van desde música, poesía y relatos, hasta bailes tradicionales.
Es posiblemente la calle con más actividad de la ciudad colonial durante todo el año contando con ventas de artesanías, hoteles, numerosos restaurantes.